La inserción laboral de los egresados universitarios y el contexto territorial

El estudio “Inserción laboral de los estudiantes universitarios”, que presentó en  2014 la Secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, proporcionaba una fotografía del empleo de los egresados universitarios españoles.

Dicho estudio se basó en datos de la Seguridad Social de la promoción universitaria 2009/10, analizando la tasa de afiliación de los egresados de dicha promoción anualmente desde 2011 a 2014.

Para esa promoción se ofertaron 2.676 titulaciones en las 70 universidades que considera el estudio. Aunque en realidad se reducían a 148 titulaciones diferentes, todas ellas ofertadas en las universidades públicas mientras que las universidades privadas ofertaban 55 menos. Entre las no ofertadas por las privadas destacaban las ingenierías (en particular ingenierías técnicas relativas a las especialidades del sector naval, aeronáutico, minero, de obras públicas, textil y forestal) y filologías, además de algunas titulaciones de las áreas de humanidades y experimentales.

Entre la universidad que tiene una tasa de afiliación mayor y la que tiene la menor hay 27,57 puntos de diferencia. Esto puede deberse básicamente a dos tipos de factores. unos de carácter interno de cada universidad, como por ejemplo los relativos a la oferta de títulos y sus características, y otros de carácter externo, como el contexto económico del territorio de influencia de la universidad.

Las universidades en cuya oferta hay más presencia de las titulaciones de Técnicas y de Ciencias de la Salud, presentan tasas de afiliación más elevadas que las que ofertan otro tipo de titulaciones.

Pero ¿qué ocurre al considerar el contexto económico-territorial en el que la universidad desarrolla su actividad? Para ello fijémonos en la tasa de actividad, en la tasa de paro y en el PIB per cápita del territorio donde desarrolla la actividad cada universidad, normalmente provincia o comunidad autónoma.

Para empezar hay 21 universidades que superan el 70% de tasa de afiliación a la Seguridad Social, y todas están en el cuadrante noreste: 11 en Cataluña, 5 en Madrid, 2 en Aragón, y una en las comunidades autónomas de País Vasco, Navarra y Baleares. Por otro lado, hay 17 universidades que no alcanzan el 60% de tasa de afiliación que están mayoritariamente en la mitad sur (Andalucía 6, Comunidad Valenciana 3 y una en Castilla-La Mancha, Canarias y Extremadura), además de la UNED y, en este grupo, hay que incluir a 2 universidades de Castilla-León y una de Galicia.

Como es lógico esperar, a mayor PIB per cápita mayor tasa de actividad y menor tasa de paro. Mientras que la correlación entre tasa de paro y tasa de actividad es negativa, como también es razonable que, a mayor tasa de actividad menor tasa de paro. Pues bien, la tasa de afiliación de los universitarios presenta correlaciones significativas con esas tres variables. La correlación de la tasa de afiliación de los egresados universitarios de 2010 con la tasa de actividad y con el PIB per cápita es positiva en ambos casos, mientras que es negativa para la tasa de empleo de la zona. Esto es, las universidades que están en territorios con mayor PIB per cápita y mayor tasa de actividad también presentan mayor tasa de afiliación entre sus egresados universitarios, y obviamente son los territorios con menor tasa de paro entre sus habitantes.

Por el contrario, las universidades que están en territorios con menor PIB per cápita, con menor tasa de actividad y a la vez con más paro entre sus habitantes, presentan una tasa de afiliación menor de sus egresados universitarios. Y esto es así también por separado, tanto para el caso de las 47 universidades públicas como para las 23 universidades privadas.

Efectivamente, la tasa de afiliación a la Seguridad Social de los egresados de las universidades públicas presenta una elevada correlación con la tasa de actividad del territorio en el que se insertan (0,571) y más aún elevada es la correlación con el PIB per cápita de su territorio (0,816), mientras que presenta una correlación elevada y negativa con la tasa de paro de dicho territorio (-0,747) como se puede ver en la tabla 1 (valores en cursiva y subrayados.  Para el caso de las universidades privadas ocurre algo parecido, el sentido de las correlaciones es el mismo pero con menos intensidad. Así, también la tasa de afiliación de las privadas está correlacionada positivamente con la tasa de actividad y con el PIB per cápita y negativamente con la tasa de paro de su territorio (ver tabla 1 valores en negrita).

tabla 1_def

Tabla 1: Correlación entre tasa de afiliación de los egresados universitarios e indicadores del territorio de influencia de las 47 universidades públicas presenciales (tasa de actividad, tasa de paro y PIB per cápita) y de las 23 privadas.

Como se puede comprobar en la tabla, la matriz de correlaciones de la tasa de actividad, tasa de paro y PIB per cápita tiene valores similares para las universidades públicas y para las privadas. Por ejemplo, la correlación entre tasa de paro y PIB per cápita es de -0,804 en los territorios donde están las universidades públicas y -0,815 en el caso de las privadas.

En cuanto a los valores absolutos de estas variables, no ya a las correlaciones, las universidades privadas radican en territorios con mayor tasa de actividad (+1,74%) que las públicas, con mayor PIB per cápita (+17,74%) y sobre todo con menor tasa de paro (-19,65%) que los territorios donde radican las universidades públicas. En concreto, en el cuadrante noreste (incluye Madrid, Cataluña, Aragón, País Vasco y Navarra) había 17 universidades privadas a las que hay que añadir 3 de Castilla-León y 3 de Valencia y Murcia.

A la vista de esto, se puede comprobar que el territorio no es neutral y la lógica de implantación de las universidades es diferente.

 

¿Y tú qué opinas?