Más internacionalización, menos desacuerdo

El saber y la verdad tienen significado por sí mismos más allá del objetivo específico que obtengamos al cultivarlos: aprender es mucho más que sobrevivir en un entorno en cambio continuo, por muy buenas y “útiles” que sean las herramientas que nos proporcione el dominio y la especialización de los saberes humanísticos y técnicos. Lo internacional nos recuerda que el reto de la universalidad de los saberes universitarios es más apremiante que nunca y su planificación deberá responder no sólo a legítimos objetivos de expansión y crecimiento económicos sino también al reconocimiento del potencial que encierra el pluralismo cultural:

En un mundo caracterizado por las relaciones de vecindad, proximidad y cercanía, “la tensión entre las diferentes tradiciones produciría una reacción positiva porque daría la posibilidad de generar nuevas ideas y de pensar de modo diferente. No sólo es importante que los estudiantes puedan pensar de forma diferente, sino que entiendan la relevancia de la diferencia (…) La Universidad debe ser un espacio donde las diferencias y los desacuerdos obliguen a los estudiantes a poner en práctica el debate. El problema es que la especialización y el aislamiento hacen difícil que los profesores hablen entre sí. No hay conciencia de un proyecto global y sistemático[1].

Siendo legítimas las aspiraciones en materia de internacionalización, entre otras, difundir la excelencia a escala global, abrir la oferta a nuevos mercados, atraer y retener el talento, agilizar las estructuras de gobierno y gestión, no es menos importante considerar la contribución de la estrategia de internacionalización de las Universidades a la reducción de los elementos de fricción entre países y culturas. El objetivo de internacionalización cultural a través de la actuación de las Universidades a escala mundial debería presidir la gestión de esta política, asignándole un enfoque transversal, basado en el principio de universalidad que inspira la misión de la institución universitaria.

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[1] HARRIS, S. “La dimensión internacional de las Universidades: entre el modelo económico y el cultural”. En Estudios sobre educación, Servicio de Publicaciones Universidad de Navarra, nº 15, 2008, págs.. 87-88.

 

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