Distribución salarial de los contratos predoctorales en España

Partiendo de los análisis publicados en este blog sobre de la situación de los investigadores predoctorales en las universidades españolas (Radiografía de los predoctorales en España) y sobre Los incentivos laborales del posgrado universitario en España, en esta entrada estudiamos más a fondo sus condiciones salariales considerando diversas convocatorias de carácter nacional y autonómico.

Como ya se ha comentado, una de las principales características de este colectivo es la heterogeneidad de las condiciones específicas de sus contratos. Esta cuestión se puso de manifiesto tras el cambio de codificación de los contratos predoctorales especificados en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (Artículo 21, Ley 14/2011. Ver aquí).  Este tipo de contrato es el propio de un amplio porcentaje de personas que se están incorporando a la carrera investigadora como Personal Investigador en Formación (PIF), de modo que asociadas condiciones laborales asociadas a esta figura definen la situación de un segmento muy relevante del personal universitario.

Para aportar una visión de las condiciones económicas del PIF, vamos a utilizar una base de datos elaborada por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) a través de una encuesta dirigida al PIF. Utilizaremos estos datos como fuente primaria, ya que reflejan de forma sintética la multitud de convocatorias dependientes tanto de órganos a nivel nacional y autonómico como de las propias universidades.

La Figura 1 muestra cómo se distribuye el salario anual de las convocatorias mapeadas en esta base de datos (consideramos el salario medio a lo largo de los años que contempla cada convocatoria). Es importante recalcar que estas cifras salariales muestran la variedad de las convocatorias y los rangos en los que se mueven los salarios anuales de los predoctorales. Se puede comprobar que la moda de la distribución coincide con el salario correspondiente a las convocatorias del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD, programa FPU) y del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO, FPI). Además, la distribución presenta una cierta asimetría, con una mayor frecuencia de contratos con salarios por debajo de este valor (16.422 €), siendo el mínimo de unos 12.000 € anuales.

Figura 1. Densidad de los salarios anuales de convocatorias para PIF

Para comprobar en qué medida varían los salarios según la Comunidad Autónoma de la que depende la convocatoria, utilizamos la clasificación de las ayudas para analizar la distribución controlando por esta variable (cuando se disponía de datos directos). Los resultados de este análisis se muestran en la Figura 2.

Figura 2. Caracterización de los salarios anuales de convocatorias para PIF por Comunidad Autónoma

Estas cuantías se pueden comparar con los salarios de otras ocupaciones con nivel formativo equivalente, considerando las bases de cotización por nivel formativo que se presentaron en la entrada dedicada a los incentivos laborales del posgrado universitario en España (ver aquí). Se puede comprobar así que los salarios de los contratos predoctorales se encuentran, en general, por debajo del promedio de puestos similares.

Además, estas cifras se pueden comparar con los salarios medios en cada una de las regiones para evaluar en términos relativos la remuneración de las distintas opciones de contratación posibles. Utilizando los datos (y herramientas) ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hemos elaborado el mapa que se presenta en la Figura 3 a partir de la última encuesta de estructura salarial (2015), con la ganancia media anual para todos los grupos de edad.

Figura 3. Salarios medios por región. Total

 

Los resultados muestran que los salarios de las convocatorias están considerablemente por debajo de estos valores medios en todos los casos. No obstante, y teniendo en cuenta el efecto de la edad sobre los ingresos, hemos repetido este análisis centrándonos en las ganancias de las personas en la franja de edad entre 25 y 34 años ya que, de todas las disponibles, es la que mejor representa a los predoctorales. Los resultados se muestran en la Figura 4, que pone de manifiesto que los salarios de prácticamente todas las convocatorias de contratos predoctorales no son muy atractivas, teniendo en cuenta su cuantía y requisitos.

Figura 4. Salarios medios por región. Personas entre 25 y 34 años

 

Como conclusión, se comprueba que las condiciones salariales de los investigadores predoctorales no ofrecen un panorama muy alentador, ya sea controlando por nivel formativo o por localización geográfica y edad. A estas cuestiones se suman, además, la inestabilidad y la falta de perspectivas de futuro de los jóvenes investigadores por la duración determinada de los contratos (máxima de cuatro años), y las actuales limitaciones en las convocatorias postdoctorales y de acceso a plazas de profesor universitario. Además, no parece que la regulación de los contratos con un estatuto propio (EPIF) avance en la resolución de estas cuestiones.

Por todo ello, las oportunidades y condiciones laborales de los jóvenes investigadores son un reto abierto para las universidades que deben enfrentar más pronto que tarde. Citando el cuaderno 9 de Studia XXI, Demografía universitaria española: aproximación a su dimensión, estructura y evolución (ver aquí), “lo que la universidad española sea dentro de unas décadas dependerá, en no pequeña medida, de haber sido capaces de incorporar a jóvenes de valía que deberán ser los profesores y profesoras del futuro”. Esperemos que las instituciones sean capaces de mejorar el presente para favorecer esta incorporación y alcanzar el mejor futuro posible.

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Comentarios
  1. Miguel Arranz dice: 03/04/2018 a las 11:18

    Muchas gracias por este artículo. Describe perfectamente lo que ya sabíamos: los jóvenes de la universidad española se encuentran en una situación precaria y los horizontes que se les presentan son bastante poco alentadores…. Todo ello repercute y repercutirá cada vez mas en la calidad de las universidades


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