Cómo compartir tu investigación en el mundo digital
Atrás quedan aquellos días en que los investigadores se encerraban en su despacho o laboratorio para pensar, experimentar y escribir artículos de investigación. Hoy en día el panorama de la investigación es muy distinto, como muchos de nuestros lectores podrán confirmar, ya que la labor del “personal docente e investigador” ha ido añadiendo más responsabilidades para conseguir la estabilización laboral o la promoción profesional: ser un buen docente, buen gestor, buen investigador, buen comunicador, buen divulgador, realizar transferencia… y la lista podría continuar.
A pesar de todas estas dimensiones, a la hora de recibir la acreditación, sigue habiendo un ranking de méritos entre los cuales el artículo de investigación —especialmente si está publicado en una revista indexada e internacional y en cuartil 1— y su impacto a nivel de citas y altimétricas ostenta el primer puesto. No obstante, es importante mencionar que esta tendencia está cambiando poco a poco a resultas de las políticas de la ciencia abierta.
¿Y cuáles son los efectos de la ciencia abierta en el mundo académico? Podemos decir que su objetivo es el de democratizar la ciencia, que el conocimiento sea transparente, accesible, y colaborativo, y que éste se comparta más allá de la comunidad científica. En otras palabras, que la ciencia pueda comunicarse no solo a colegas y expertos, sino también a audiencias no especializadas, colectivos interesados y/o implicados, y a la ciudadanía en general. Además, este cambio se ha potenciado gracias al uso de las nuevas tecnologías e internet, que ha cambiado de forma drástica el panorama de la comunicación académica y profesional.
Comunicación científica entre expertos
Si ustedes publican con frecuencia, seguramente sabrán que el proceso de publicación no consiste solamente en escribir y enviar el manuscrito en cuestión, sino que, en el contexto de la publicación digital, suele ir acompañado de una serie de textos más cortos como pueden ser el abstract, un listado de frases muy cortas que destacan la relevancia del estudio llamado highlights, una bionota con la trayectoria del autor o incluso una carta dirigida al editor de la revista. Además, dependiendo de la disciplina, puede que hayan tenido que diseñar un resumen gráfico donde se visualicen los resultados principales de su investigación, e incluso una versión en formato vídeo.
Desde un punto de vista comunicativo, estos textos se dirigen a audiencias de expertos en la materia y su propósito es el de resumir el contenido del artículo utilizando distintos formatos -escrito, visual, oral. Es decir, siguen siendo textos especializados para un público concreto y experto.
Sin embargo, los investigadores también tienen otros objetivos como pueden ser el de promocionar y visibilizar su investigación, compartir sus descubrimientos en formatos audiovisuales para que lleguen a un público más amplio, o tratar de involucrar a la ciudadanía en el desarrollo de un proyecto que promueva la transparencia, accesibilidad y colaboración entre distintos colectivos. De este modo, junto con el artículo de investigación ahora aparecen nuevos textos —o géneros textuales— que orbitan a su alrededor y cumplen con estas nuevas necesidades comunicativas y sociales.
Nuevos géneros textuales para un público general
Como visibilizar tu investigación
Promocionar y dar más visibilidad a tu investigación se puede hacer en el mismo espacio de la revista, por ejemplo, con textos llamados “lay summary” o “impact statement”. Estos textos “traducen” el resumen académico a otro que adapta el lenguaje y utiliza estrategias comunicativas que simplifican el discurso y mejoran la comprensión del contenido, obligando al investigador a identificar y resumir la relevancia del estudio en cuestión.
El uso de las redes sociales también es muy habitual y ayuda a aumentar el impacto y la visibilidad de la investigación. En el caso de X/Twitter, es muy común encontrar hilos de Twitter promocionando una publicación. Los autores del artículo son los encargados de escribir el hilo en un ambiente más informal donde resaltan la relevancia de su estudio, cuales son los resultados principales, o las implicaciones que pueden tener para la sociedad.
Así mismo, hoy en día existen muchas páginas web académicas y de “divulgación científica” que cuentan con los propios investigadores como autores de entradas. Sin ir más lejos, tenemos ejemplos como universidadsi, The Conversation, o Naukas, en los que se comparte contenido científico relacionado con un artículo o un proyecto de investigación para darse a conocer a un público más amplio.
Cómo hablar de tu proyecto de manera efectiva
Anteriormente he mencionado el resumen gráfico o video-resumen como ejemplo de textos audiovisuales, pero la verdad es que la creación de videos ha ganado relevancia en los últimos años. Estos videos pueden tener objetivos distintos, ya sean más académicos o más divulgativos. Tomando como ejemplo los “video-methods articles”, estos videos muestran la realización exacta de un experimento por los investigadores. Como en una receta culinaria, el lector puede elegir entre leer la “receta” que se ha publicado previamente en formato de artículo, ver los pasos a seguir en el video, o combinar ambas fuentes de información.
Otros formatos que han ganado popularidad son las presentaciones “Tesis en 3 minutos” y “FameLab” o los videos cortos de “60-second science videos” y “video publications”. Normalmente tanto las presentaciones como los videos son de corta duración y van acompañadas de imágenes. Además, en varios casos estas presentaciones forman parte de un concurso, por lo que el investigador también tiene que convencer a su audiencia de que su proyecto es el más relevante.
Estos son solo algunos ejemplos que ponen de manifiesto algunas de las habilidades que los científicos deben desarrollar para comunicar ciencia de forma efectiva: el investigador no solo debe ser capaz de resumir de manera concisa su investigación, sino también de identificar qué información es relevante para su audiencia y cómo organizar su discurso de una forma interesante que atraiga la atención del oyente con la ayuda del lenguaje verbal, no verbal, y visual y de otros recursos semióticos.
Cómo involucrar a tu audiencia en tu investigación
Por último, quisiera mencionar otro tipo de ciencia que cada vez se está fomentando más debido a su carácter participativo e integrador. Se trata de los proyectos de ciencia ciudadana y los proyectos de crowdfundings o micro-mecenazgo. En estos casos, los científicos buscan movilizar a la ciudadanía para que sean partícipes del proceso científico desde el inicio, por ejemplo, ayudando a recolectar y analizar datos. También se da la posibilidad de participar como patrocinadores en la financiación de la investigación, lo que permite que un proyecto no dependa solamente de financiación institucional.
Sin embargo, uno de los retos principales de estos proyectos es la captación de ciudadanos interesados. Por eso los investigadores deben cuidar muy bien su carta de presentación, es decir, la página web donde alojan el contenido para que ayude a conseguir participantes. De este modo, tanto el lenguaje persuasivo como el uso de fuentes de información que respalden el proyecto, imágenes y videos es esencial para convencer al visitante de la relevancia y necesidad del proyecto.
¿Y cómo logramos todos estos objetivos?
A primera vista puede resultar abrumador ver todas las opciones comunicativas disponibles que existen en el panorama actual de la investigación, y que poco a poco van adquiriendo más importancia en la carrera investigadora y en la solicitud de proyectos europeos y nacionales. De hecho, ser consciente de esta situación puede llegar a hacernos replantear nuestro rol como investigadores: ¿ahora también debemos ser escritores, presentadores, diseñadores gráficos, copywriters, o creadores de contenido?
Uno de los obstáculos que más se repiten en relación con la ciencia abierta es la dificultad para adaptar el lenguaje a un público general. Es decir, como readaptar la jerga académica a la comunidad no científica sin caer en simplificaciones excesivas que hagan que se pierda el rigor científico pero que al mismo tiempo sea interesante e incluso entretenido. Además, visto el potencial de los medios digitales para comunicar ciencia, también es necesario aprender a recontextualizar el contenido de un texto a otro formato, pues escribir un resumen no es lo mismo que escribir una entrada para un blog, un tweet, o grabar un video divulgativo.
En la actualidad, iniciativas nacionales y europeas como el proyecto Erasmus+ DILAN (Digital language and communication training for EU scientists), cuyo objetivo es mejorar la capacidad de los científic@s para comunicar ciencia a públicos diversificados en internet. Actualmente este proyecto está desarrollando un banco de recursos de formación en competencias transversales de comunicación y digitales para hacer llegar la ciencia más allá de la comunidad científica que puede resultar de ayuda en este nuevo ecosistema investigador.
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El tenor de la nota me recuerda al concepto de nuevos conocimientos definidos por Deleuze y Guattari mediante el modelo rizomático. Las publicaciones científicas con este tipo de divulgaciones ayudan a la generación de nuevos conocimientos de un modo anticipado a la certificación canónica.
Muy agradecido siempre por todas las publicaciones que nos aportan más saberes.