El acceso de los estudiantes a la universidad: perfil y procesos de estratificación interna

El Observatorio del Estudiante de la Universidad Complutense de Madrid, un organismo creado hace poco más de un año, tiene como principal objetivo analizar a los estudiantes universitarios, bajo la premisa de que un mayor conocimiento del estudiantado de la universidad es necesario en el diseño de la política universitaria. Su primer informe[i] ha puesto el foco en los estudiantes de nuevo ingreso en Grado en la UCM, que permite conocer tanto el perfil del estudiante universitario como la diferenciación de perfiles en el interior de la universidad.

Las características de los que acceden a la universidad se conocen por dos vías: a través de encuestas, tanto internacionales (EUROSTUDENT)[ii] como nacionales (EcoVIPEU)[iii]; a través de datos administrativos (sobre todo de las universidades catalanas: AQU[iv], Observatorio del Estudiante de la Universidad de Barcelona[v]). El citado informe del Observatorio del Estudiante de la UCM utiliza datos administrativos (11.563 estudiantes de nuevo ingreso en Grado) para arrojar luz sobre el perfil de los estudiantes universitarios. Dicha universidad es la más grande de las presenciales por número de estudiantes en Grado, y ofrece una amplia diversidad de estudios, de ahí la relevancia de los resultados que se muestran. En los estudios revisados[vi], el hecho de ser mujer, joven y nativa, de origen socioeconómico elevado y sin necesidad de trabajar a la vez que se estudia, incrementa las probabilidades de estar en la universidad. Sobre la distribución de estudiantes en los diferentes estudios hay menos trabajos realizados, pero apuntan a una segregación por género y origen socioeconómico[vii].

El “retrato robot” del estudiante de la UCM, sus rasgos más probables, concuerda con lo que sabemos sobre los estudiantes universitarios; se trata de un colectivo joven, seleccionado desde el punto de vista social y ligeramente feminizado. La juventud de los estudiantes está probada: el 80% tiene entre 17 y 20 años. La selección social es evidente: 6 de cada 10 nuevos estudiantes tiene alguno de sus padres con estudios universitarios, y 7 de cada 10 tiene algún progenitor con empleo de prestigio y bien remunerado. Por este motivo principalmente, en el curso anterior a la entrada a la universidad, sólo trabajaban el 15% de los nuevos estudiantes y en el curso de entrada a la universidad lo hacen el 6% de los mismos (los trabajos son fundamentalmente en comercios como dependientes). Además, se trata de un colectivo autóctono: 9 de cada 10 tiene nacionalidad española y casi todos tienen a las familias residiendo en España (menos del 1% tiene la familia residiendo en el extranjero). Por su parte, la feminización también se nota en la UCM (aunque hay que tener en cuenta que los estudios de ingeniería y arquitectura, muy masculinizados, no los imparte la UCM sino la Universidad Politécnica, que comparte campus con la Complutense): 6 de cada 10 nuevos estudiantes de la UCM son mujeres.

Respecto a cómo operan los procesos de estratificación en el interior de la universidad, en la UCM se replican procesos que suceden en otras universidades. Las desigualdades más presentes son las que separan a las facultades de ciencias y de ciencias de la salud, de las de ciencias sociales y humanidades. Las primeras son facultades a las que se accede normalmente con una nota media mayor (por su mayor demanda en relación a las plazas ofertadas, que se limitan en muchos casos), con lo cual el estudiantado está más seleccionado desde el punto de vista académico. Además, se trata de carreras más caras que las de ciencias sociales y humanidades, por el mayor grado de experimentalidad que tienen. Estas dos características hacen que su estudiantado tenga un perfil socioeconómico más elevado (Gráfico 1), con mayores notas de admisión como media y mayor capacidad económica. De hecho, hay un mayor porcentaje de estudiantes de estas áreas de conocimiento que provienen de centros privados de secundaria. El mayor nivel socioeconómico de las carreras de ciencias y de ciencias de la salud, unido al hecho de su mayor exigencia en términos de prácticas y estudio, hacen que haya menos estudiantes que tengan que trabajar a la vez que estudian. Esta mayor exigencia y dedicación también tiene como consecuencia que a estas carreras accedan estudiantes más jóvenes.

En cuestión de género, también se observan diferencias entre facultades, aunque de otra naturaleza. Las mujeres, en general, están más presentes en carreras de ciencias de la salud y en carreras de ciencias sociales y humanidades, mientras que los hombres lo están en carreras de ciencias (sobre todo Informática).

Si se atiende ahora a las diferencias entre tipos de grados, algo más reciente y, por tanto, menos estudiado, se aprecia claramente que los dobles grados atraen a un estudiantado más joven y de un nivel socioeconómico más elevado que los grados únicos. Para acceder a los dobles grados se necesita, dentro del mismo área de conocimiento, una nota de admisión más alta que para acceder a los grados únicos, con lo que los estudiantes están más seleccionados desde un punto de vista académico. Asimismo, la proporción de los estudiantes que acceden desde el Bachillerato es mayor, así como la de estudiantes que estudian lo que seleccionaron en primera opción (son más vocacionales). Los dobles grados son más largos y más caros que los grados únicos, con lo que suponen una opción menos atractiva para los alumnos de nivel socioeconómico más bajo. Dado que los estudiantes de origen social más elevado suelen tener mejores notas de admisión y mayor capacidad económica, es lógico que en los dobles grados los alumnos tengan un origen social y cultural más alto que en los grados únicos. Esto se refleja además en una mayor proporción de estudiantes que han cursado la secundaria en centros privados. Los dobles grados, además, tienen mayor carga lectiva anual y pueden resultar más exigentes, lo que explica que en los dobles grados haya estudiantes más jóvenes y que no trabajen (esto último también como consecuencia de su mayor nivel socioeconómico) (Gráfico 2).

Los datos de la UCM reflejan una universidad en la que el “retrato robot” del estudiante coincide con el que se ha descrito para otras universidades y en la que operan parecidos procesos de estratificación interna. La novedad de analizar los dobles grados, en comparación a los grados únicos, arroja unos resultados predecibles; esta distinción desvía a los estudiantes más seleccionados desde el punto de vista académico y social hacia estas vías, que se están constituyendo como más prestigiosas a los ojos de la sociedad.

 


 

[i] Fernández-Mellizo, M y Salvo, C. (2019). “Los estudiantes de nuevo ingreso en grado en la Universidad Complutense de Madrid en el curso 2017-18: vías de diferenciación en el interior de la universidad”. Informe del Observatorio del Estudiante de la Universidad Complutense de Madrid https://observatoriodelestudianteucm.es/wp-content/uploads/Informe-nuevo-ingreso-UCM-febrero-191.pdf

[ii] EUROSTUDENT (2018). Social and economic conditions of student life in Europe. Eurostudent VI 2016-2018. Synopsis of Indicators. Bielefeld: German Centre for Higher Education Research and Science Studies (DZHW) http://eurostudent.uefiscdi.ro/wp-content/uploads/2013/06/EUROSTUDENT_VI_Synopsis_of_Indicators.pdf

[iii] Ariño, A.; Llopis, R.; Soler, I. (dirs.) (2014). Desigualdad y Universidad. La Encuesta de Condiciones de Vida y de Participación de los Estudiantes Universitarios en España. València: Universitat.

[iv] Agencia por la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (http://www.aqu.cat/).

[v] http://observatoriestudiant.ub.edu/.

[vi] Véase el monográfico de 2014 de la RASE sobre esta cuestión, Universidad ante los retos del siglo XXI, vol. 7 (nº1) https://ojs.uv.es/index.php/RASE/issue/view/760.

[vii] Véanse los siguientes trabajos para las universidades catalanas: Torrents, D. (2017). “Estratègies d’accés a la universitat i origen social. L’adaptació de l’estudiant al seu perfil socioeconòmic i al context institucional com a font de diferenciació educativa”. Tesis Doctoral. Universitat Autònoma de Barcelona. Departament de Sociologia. Troiano, H.; Elias, M. (2014). “University access and after: explaining the social composition of degree programmes and the contrasting expectations of students”, High Education, vol. 67, núm. 5, pp. 637-654.

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Comentarios
  1. […] del Observatorio del Estudiante, ha publicado hoy una entrada en el blog Universídad sobre el perfil y los procesos de estratificación interna de los estudiantes de nuevo acceso. Este blog tiene como objetivo analizar la actualidad universitaria y dar cauce a la voz y a las […]

  2. Carmelo dice: 23/05/2019 a las 18:22

    Muchas gracias María, los datos ayudan. Echo en falta, aunque imagino que se publica, el grado de abandono que se produce en los llamados dobles Grados y el tiempo medio que tarda el alumnado en culminar esos estudios (retención). Sin lugar a dudas, esta referencia enriquece nuestros análisis y confirma los factores que también inciden o condicionan los resultados de aprendizaje que las comunidades autónomas producimos y que podemos alcanzar (esto habría que explicarlo).

  3. EMILIO ANCAYA dice: 23/02/2024 a las 22:34

    EN LATINOAMERICA ESTA MAS RELACIONADO A OPTAR UNA CARRERA PROFESIONAL POR EL GRADO DE OCUPACIONALIDAD EL EGRESAR Y SE SUBORDINAN LAS HABILIDADES Y CAPACIDADES DE LO QUE ASPIRAN PÓRQUE MAYORMENTE NO LOGRAN IDENTIFICARLO


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