Gracias a todos los profesores y profesoras… que hacen preguntas

Las siguientes líneas pretenden ser, más que un artículo de opinión, una carta de agradecimiento a todos los profesores y profesoras que hacen preguntas. Sí, habéis leído bien, preguntas.

Evidentemente, no me refiero a cualquier pregunta, pues no todas son iguales y no todas buscan un mismo tipo de respuesta. Seguro que estamos acostumbrados cada día en la universidad a contestar preguntas que tienen como objetivo probar que nos hemos leído la lección, algo así como, ¿qué dice el libro sobre las etapas de la Revolución Francesa?

Otras intentan tantear el terreno, ¿habéis oído hablar de Napoleón Bonaparte? Y otras pretenderán que repitamos casi de manera inalterada las palabras del autor de un libro que pronto se nos olvidarán. Sin embargo, estamos menos acostumbrados a preguntas que buscan una genuina, profunda y personal reflexión sobre un tema en concreto. Preguntas a las que no sirve responder con una mera retahíla de algo que ya hemos leído previamente. Me refiero a esas preguntas que necesitan de una valoración normativa cuidadosa, de esas que de alguna manera ponen en jaque el “status quo”.

Y es que, puede parecer raro, pero me encanta esa sensación de salir un día de la universidad sintiendo como se desploman, cachito a cachito, todas las certezas que formaban mi construcción de la realidad esa misma mañana. Sentir ese gran vacío que inevitablemente lleva a una voraz batalla por encontrar mi propia voz, mis propios argumentos, mi propia valoración de los hechos. Experimentar el vértigo de una incertidumbre que conduce inevitablemente a un crecimiento personal, a un empoderamiento. Esa reflexión, ese sesudo pensar, esa acción de intentar reflexionar por mí misma es lo que yo considero como avance, como razonamiento crítico. Algo que por desgracia pocas veces se da en nuestras aulas.

Por eso, mil veces gracias a todos los profesores que hacen preguntas con la sincera intención de que pensemos más allá de lo que está escrito. Gracias, porque nos abrís la puerta a un mundo maravilloso.

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Entrada elaborada por Paula Mª Rodríguez Sánchez, miembro de Actúa Por La Educación.