Sistemas de aseguramiento y mejora de la calidad de las Instituciones de Educación Superior bajo el nuevo RD 822/2021
La noción de calidad en educación superior se basa en el papel de los principales destinatarios del proceso de aprendizaje, el estudiantado, entendido como un sujeto activo del proceso que va más allá de una concepción de cliente o usuario de la terminología clásica del proceso de calidad tal y como proponen Imbernon y Medina. La calidad en la educación superior y su garantía constituyen uno de los temas clave en la configuración del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
Así, los sistemas de aseguramiento de la calidad surgieron con la instauración del EEES y responden, sobre todo, a la necesidad de controlar y coordinar las instituciones de educación superior (IES) que tienen un papel fundamental para el desarrollo de un país y su capital humano (Fernández, 2010).
Los sistemas de aseguramiento de la calidad tienen como objetivo, entre otros, la rendición de cuentas del trabajo de las IES, así como velar por la consecución de una serie de criterios y directrices mínimos de calidad en ciertas esferas de la actividad académica (Comisión Europea, 2009).
La finalidad de estos criterios y directrices se concreta en los siguientes aspectos (ENQA, 2005; Marcellán, 2005):
- Generar confianza de la sociedad en las universidades, garantizar los resultados de aprendizaje y la mejora continua.
- Apoyar a las IES en la gestión y mejora de su calidad, con el fin de potenciar su autonomía institucional.
- Proporcionar instrumentos metodológicos a las agencias de garantía de calidad en el desarrollo de sus funciones.
- Hacer posible que la garantía externa de calidad sea más transparente y comprensible por todos los agentes implicados en la educación superior.
- Facilitar la toma de decisiones por los órganos de gobierno universitarios, por las administraciones, por los empleadores, etc.
Situación en España
En nuestro país, La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) es un Organismo Autónomo, adscrito al Ministerio de Universidades, que tiene como objetivo contribuir a la mejora de la calidad del sistema de educación superior mediante la evaluación, certificación y acreditación de enseñanzas, profesorado e instituciones. En lo referente a enseñanzas y titulaciones encontramos los siguientes programas de evaluación (ver página web de ANECA para más información).
Evaluación de titulaciones
En primer lugar, a nivel de evaluación de titulaciones destacan los programas ACREDITA, VERIFICA, SIC y MONITOR.
El programa VERIFICA evalúa la idoneidad de los títulos presentados y si se adecuan a la normativa vigente y a los criterios de calidad que demanda el EEES.
El programa ACREDITA tiene como objetivo la evaluación de los títulos universitarios oficiales para la renovación de su acreditación, para lo que se comprueba de forma cíclica si el título se está llevando a cabo de acuerdo con los objetivos establecidos en su proyecto inicial y si sus resultados son adecuados y contribuyen a la formación de los estudiantes y a la consecución, por tanto, de los objetivos previstos.
Por otro lado, el programa MONITOR propone proporcionar a las Universidades una valoración externa sobre cómo se está realizando la implantación de sus títulos oficiales con la finalidad de que esta pueda ser utilizada como un elemento más para la mejora de la formación que ofertan.
Por su parte, el programa SIC ofrece la posibilidad de obtener un Sello Internacional de Calidad (SIC) de reconocido prestigio en el contexto del Programa de Sellos Internacionales de Calidad de ANECA.
Evaluación de las instituciones
En segundo lugar, en cuanto a evaluación institucional encontramos los programas DOCENTIA, AUDIT Y AUDIT-INTERNACIONAL Y ACREDITACIÓN INSTITUCIONAL.
El programa de Acreditación Institucional es una alternativa al modelo de acreditación de títulos universitarios oficiales de Grado y Máster Universitario. La publicación del Real Decreto 640/2021, refuerza el papel de la acreditación institucional, ampliando la misma a las Programas de Doctorado.
El programa de Apoyo a la Evaluación de la Actividad Docente del Profesorado Universitario (DOCENTIA) tiene el objetivo de apoyar a las universidades en el diseño de mecanismos propios para gestionar la calidad de la actividad docente del profesorado universitario y favorecer su desarrollo y reconocimiento.
El programa AUDIT tiene como finalidad el favorecimiento y promoción del desarrollo e implantación de sistemas de garantía internos de calidad dentro de los centros universitarios españoles, y poner en práctica un procedimiento que conduzcan al reconocimiento y certificación de dichos sistemas. Por su parte, el programa AUDIT-INTERNACIONAL hace lo propio en aquellas IES ubicadas en terceros países y/o regiones geográficas, principalmente Latinoamérica.
El aseguramiento externo de la calidad encuentra su contrapartida en la gestión interna de la calidad en las propias IES. Hablamos, por tanto, de dos caras de la misma moneda, interrelacionadas y focalizadas en la mejora continua de la calidad de la actividad educativa (De Miguel, 2004).
¿Los procedimientos de aseguramiento de la calidad son estáticos?
Todos estos programas se actualizan de forma cíclica. La última modificación viene con la publicación del Real Decreto 822/2021 de 28 de septiembre, por el que se establece la organización de las enseñanzas universitarias y del procedimiento de aseguramiento de su calidad.
Uno de los aspectos que reformula el Real Decreto 822 es todo el proceso de verificación, seguimiento y acreditación de los títulos universitarios oficiales. La experiencia acumulada por las universidades durante los últimos años, y el trabajo desempeñado por las agencias de calidad, ha guiado un replanteamiento procedimental. Su objetivo es asegurar la calidad de la oferta académica, simplificar los procesos administrativos y la documentación necesaria (Ministerio de Universidades, 2021).
En este sentido, la evaluación institucional de los centros se configura como una pieza esencial en el aseguramiento de la calidad de la oferta formativa universitaria al empoderar a los sistemas internos de garantía de la calidad con la orientación y guía de las agencias, siguiendo los planteamientos que se desarrollan en la mayoría de los países del EEES, y al promover una desburocratización de los procedimientos implicados en el mismo (Ministerio de Universidades, 2021).
¿Los procedimientos de aseguramiento de la calidad cumplen su finalidad?
Desde su aparición, es posible encontrar juicios críticos que cuestionan la eficiencia de estos sistemas para impulsar una calidad real de las IES, puesto que se puede producir una separación entre los procesos de mejora de la calidad y los sistemas de aseguramiento de la calidad (Harvey, 2005).
Los procedimientos de aseguramiento de la calidad son burocráticos cuando se convierten en un fin por sí mismo. Los procedimientos no son un fin en sí mismos, sólo son instrumentos para conseguir los fines de la institución, y como tales deben ser útiles y eficaces.
Parte del profesorado universitario considera los sistemas de calidad como imposiciones burocráticas, con poca incidencia real sobre la calidad de los procesos y resultados de aprendizaje. Esto puede llevar a una desmotivación del profesorado, que ve la calidad y su aseguramiento como algo obligatorio e impuesto desde el exterior, ajeno al contexto específico donde se desarrolla su actividad (De Miguel, 2003).
Quizás la clave resida en distinguir con precisión la garantía de calidad, con su lógica de aseguramiento, de la calidad propiamente dicha, y su lógica de innovación, creatividad y mejora continua.
Se hace imprescindible delimitar la lógica del aseguramiento de la calidad a aquellos aspectos en los que ésta puede aportar valor al sistema y que pueden ser medidos de forma suficientemente válida.
El reconocimiento de estos límites de la lógica del aseguramiento de la calidad, garantía de calidad y calidad propiamente dicha, así como el establecimiento de los objetivos y especificaciones propios de los procesos de mejora educativa, constituyen la clave para un sistema de calidad eficaz que aporte valor a las IES y al estudiantado (De Miguel y Apodaca, 2009).
¿Evaluar para mejorar?
Las IES establecen los procesos necesarios para ofrecer un mejor servicio educativo mediante sus sistemas de gestión de la calidad, evaluando el grado en que éstos satisfacen las necesidades y expectativas del estudiantado y resto de stakeholders implicados (profesorado, mercado laboral y la sociedad en general, entre otros). De esta forma, las IES contribuyen al logro de los objetivos del desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Los procesos de evaluación y aseguramiento de la calidad en las IES deben orientarse a la mejora, no sólo de programas y servicios de las instituciones de educación superior, sino de las propias instituciones (Michavila y Zamorano, 2002).
La evaluación es una actividad cotidiana y dinámica que se tiene que apoyar en unos parámetros y unas metodologías contrastadas basadas en la transparencia y las garantías para las personas e instituciones evaluadas.
En suma, el aseguramiento de la calidad de las IES tiene como eje central los procesos de acreditación externa, los cuales parten de una autoevaluación y culminan con un plan de mejora (Kristensen, 2010).
Efectivamente, los procedimientos para el aseguramiento de la calidad no son estáticos puesto que su aplicación van recogiendo experiencias del propio quehacer de las instituciones educativas y sus programas, por lo tanto sirven para retroalimentar y mejorarlos. Asimismo, el la evaluación nos debe servir para mejorar y si esto es así, se convierte en parte del ejercicio propio de las universidades para la mejora continua, lo cual debe evidenciarse a través de las autoevaluaciones que repetirán el ciclo de Deming para el aseguramiento de la calidad de sus programas y corroborado con las acreditaciones.
Los procedimientos de aseguramientos de la calidad son burocráticos cuando se convierten en un fin por si mismo.la calidad tiene como objetivo la rendición de cuentas del trabajo así como velar con la consecución de una serie de criterios y directrices de calidad se concretan lo siguiente: Generar confianza. Apoyar, Proporcionar intrumentos metodológicos, tomas de decisiones entre otros…
En las evaluaciones se destacan los programas ACREDITA, VERIFICA, SIC Y MONITOR.
Estaría bien que la ANECA fuera evaluada por el profesorado universitario, porque el evaluador también merece ser evaluado. Tal y como indica la autora: «Parte del profesorado universitario considera los sistemas de calidad como imposiciones burocráticas». Una encuesta bien diseñada aportaría luz al respecto, a priori yo esperaría que un 85-90% del profesorado esté de acuerdo con esta frase.
Estoy de acuerdo en que la ANECA debe ser evaluada, pero no por los actores a quien ella evalúa, debe existir una agencia de segundo nivel que lleve a cabo dicha evaluación.