Esta no es mi liga… ¿o sí? Grupos estratégicos en el sistema universitario español como base para una comparación equitativa de sus resultados

Es un hecho conocido que la fuerte inversión que supone el sistema universitario español para las administraciones públicas y las familias lleva aparejado un interés creciente en la medición de su desempeño como base para la rendición de cuentas a sus públicos de interés.  Pero, como también es inevitable en el comportamiento humano, cuando se miden los resultados de un conjunto de instituciones, existe la tendencia natural a la ordenación en función de los mismos, lo que se traduce en los denominados rankings de universidades.

Una queja habitual entre los gestores de las universidades, es la falta de equidad en las ordenaciones en la medida en que no se suele tener en cuenta las dotaciones de recursos de las instituciones, el entorno en el que actúan y sus características organizativas y, muchas veces, factores estructurales difíciles de modificar a medio plazo. Si, por ejemplo, un indicador de resultados es la empleabilidad de los egresados, la ubicación en una comunidad autónoma con una tasa de paro estructural significativamente superior a otra, va a afectar radicalmente al indicador sin que la institución tenga, necesariamente, una calidad docente inferior. Lo mismo puede decirse de universidades ubicadas en Comunidades Autónomas con tejidos empresariales más densos que facilitan –que no determinan— tener mejores resultados de transferencia.

La monografía La universidad española, grupos estratégicos y desempeño, publicada por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) de la que soy autor junto a los profesores de la Universitat de València, Alejandro Escribá, María Iborra y Vicente Safón, tiene como objetivo principal introducir criterios de equidad en la comparación de los resultados de las universidades, considerando de manera expresa la heterogeneidad del sistema universitario.

El planteamiento del trabajo es bastante intuitivo. En primer lugar, se identifican los grupos de universidades cuyas dotaciones de recursos, particularidades de su entorno de actuación y características organizativas son similares, lo que hemos denominado grupos estratégicos de universidades. En una segunda fase, se analizan las diferencias de resultados entre grupos, atribuibles a estas características, pero también intra-grupo, diferencias que no cabría asociar a sus situaciones de partida sino a decisiones de gestión de sus equipos de gobierno, en definitiva, al comportamiento efectivo de las instituciones.

Para la caracterización de las instituciones se ha utilizado un total de 15 indicadores agrupados en factores del entorno (nivel de renta de la Comunidad Autónoma, mercado potencial e intensidad de la competencia), características de los inputs como estudiantes, profesorado y recursos financieros, y características organizativas vinculadas a su tamaño y complejidad organizativa.

Figura 1. Indicadores para caracterizar a los grupos estratégicos.

Fuente: Aldás, Escribá, Iborra y Safón (2016)

Mediante una combinación de herramientas como el análisis de conglomerados o el escalamiento multidimensional, el trabajo identifica un total de 7 grupos estratégicos en el sistema universitario español (figura 2) cada uno de los cuales contendría universidades con un nivel razonable de homogeneidad en sus características. En la monografía se da todo el detalle de la metodología seguida.

Figura 2. Grupos estratégicos en el sistema universitario español.

Fuente: Aldás, Escribá, Iborra y Safón (2016)

De una manera muy sintética, las características fundamentales de los grupos serían las siguientes:

  1. Universidades a distancia, caracterizadas por un alcance nacional y que, debido a su metodología docente presentan ratios elevadas de alumnos por profesor.
  2. Universidades privadas, con presencia en Comunidades con elevada renta per cápita, tienen un elevado presupuesto por profesor y alumno, y una fuerte especialización de sus enseñanzas, tanto en ramas como en su apuesta por el postgrado. Con un alumnado fuertemente internacionalizado, tienen un tamaño significativamente menor que el promedio del sistema con un profesorado más joven, pero con redes internacionales menos densas. El carácter público o privado de la institución no se ha utilizado como variable para la caracterización, sino que estas universidades se agrupan por compartir las características señaladas.
  3. Universidades altamente especializadas, concentradas en provincias con elevada renta per cápita, pero también en fuerte situación de competencia. La especialización de sus enseñanzas (concentración en ramas) no se deriva solamente de la presencia de las politécnicas sino también de su juventud, lo que les ha permitido elegir su oferta de títulos en mayor medida que las herederas de los estudios generales medievales. Con una fuerte apuesta por la internacionalización del alumnado y el postgrado, tienen un tamaño significativamente menor que el promedio. Tienen la mayor dotación presupuestaria por profesor y alumno.
  4. Grandes universidades metropolitanas. Actuando en los mismos entornos de competencia y mercado potencial elevado que el grupo anterior, comparten también su apuesta por la internacionalización y el postgrado. Con un presupuesto elevado en relación al promedio del SUE, este es significativamente más bajo que el de las universidades del grupo 3, pero la diferencia fundamental con ellas radica en que está formado por universidades con un largo recorrido histórico que provoca una baja concentración en ramas de enseñanza y un tamaño elevado (segundo grupo con mayor número de titulaciones de grado y primero en alumnos por universidad). La edad promedio de sus profesores es la más alta del sistema.
  5. Jóvenes universidades investigadoras. Son la segunda oleada de universidades que se crearon principalmente en las comunidades autónomas de Madrid, Cataluña y Valencia, pero mayoritariamente en provincias donde no radica la capital o en comunidades uniprovinciales. Comparten con los grupos 3 y 4 su apuesta por el postgrado y la internacionalización, pero por su edad no tienen la restricción histórica de cubrir todas las áreas de conocimiento y han podido especializar sus títulos en ciertas ramas, contando con el tamaño promedio más pequeño del sistema. La edad media de sus profesores es la menor del sistema lo que acarrea el menor peso de profesores doctores. La intensidad de la competencia a la que se enfrentan es razonablemente baja porque en muchos casos son la única universidad de la provincia e incluso de la comunidad autónoma.
  6. Universidades regionales generalistas. Universidades de larga tradición histórica, muchas de origen medieval, es el grupo con mayor antigüedad promedio del sistema. Este hecho lleva a que sea el grupo que menos ha podido especializar su oferta, cubriendo de manera bastante homogénea todas las ramas de conocimiento. Su tamaño es elevado (mayor oferta de títulos y segundo grupo con mayor número de estudiantes). Están ubicadas en comunidades autónomas con la segunda menor renta per cápita del sistema lo que se traduce en presupuestos por profesor en el tercil inferior y por alumno en el segundo tercil. Su capacidad de atracción de alumnado extranjero –alumno matriculado, no estudiantes de intercambio– baja con un peso bastante débil del postgrado.
  7. Las universidades públicas docentes vienen, con alguna excepción, marcadas por un origen temporal reciente y actúan en el entorno geográfico con menor renta per cápita del sistema. Aunque el mercado potencial es bajo en términos de población de 18 años, la presión competitiva es reducida, al ser en muchos casos la única universidad de la provincia. Esta baja competencia modela un perfil de alumnado con poca presencia de extranjeros y con poco peso del postgrado. Cuentan con los menores presupuestos por alumno y por profesor. Con un tamaño reducido, no tienen la opción de otras universidades jóvenes de concentrar su oferta en ciertas ramas al tener que modular la oferta de títulos para toda la provincia.

¿Cuál es la utilidad de esta identificación de grupos estratégicos?

Si el sistema universitario tiene resultados de investigación, docencia y transferencia heterogéneos, como cabe esperar, podremos separar qué parte de esa heterogeneidad es atribuible a pertenecer a un grupo u otro (lo que tendría que ver con la dotación de recursos y el entorno) de la heterogeneidad que se produce dentro del grupo (que cabe atribuir a diferencias en la gestión de esos recursos). Esto no solo mejoraría la equidad en las comparaciones, sino que tener en cuenta esta heterogeneidad puede favorecer los procesos de mejora en la gestión en la medida en que las universidades de un grupo pueden identificar a las instituciones que, con dotaciones de recursos similares, tengan desempeños superiores y, mediante ejercicios de benchmarking, trasladar y adaptar las buenas prácticas que les llevan a esos resultados.

Pero para ello primero hay que demostrar que los resultados son diferentes y que el peso de la heterogeneidad dentro de cada grupo sigue siendo elevado pese a descontar los factores estructurales señalados… Dejamos esa tarea para una próxima entrada.

Referencias

Aldás, J, Escribá, A., Iborra, M. Y Safón, V. (2016). La universidad española. Grupos estratégicos y desempeño. Bilbao: Fundación BBVA

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Comentarios
  1. Francisco Miguel Martínez Verdú dice: 29/12/2016 a las 22:12

    Interesante entrada, y lo que queda por completar en nuevas ampliaciones.

    No sé si lograré leer el informe descargable completo. Pero, miraré por curiosidad si las Universidades españolas están siendo pro-activas para el futuro, sobre todo abordando proactivamente con pasos cortos o grandes nuevos nichos de diferenciación competitiva, y no solamente a nivel nacional, sino también internacional (europeo y mundial).

    No debemos pensar en la liga española, sino en la mundial … Y el tiempo corre en contra nuestra (recambio generacional de PDI, y PAS más especializados, etc.)…

  2. maribel manzano dice: 09/01/2017 a las 15:48

    He visto que algunas universidades no aparecen, ¿hay algún motivo?. Gracias.

  3. Joaquín Aldás Manzano dice: 10/01/2017 a las 13:51

    En relación al comentario de Francisco M. Martínez es totalmente cierto que la liga es mundial, pero hacer este análisis a nivel global si queremos utilizar gran riqueza de indicadores como se ha hecho, es inviable metodológicamente en este momento. Eso no quita para que, con realismo, las universidades de cada grupo busquen referentes internacionales con características similares que puedan ser un buen referente de comparación.

  4. Joaquín Aldás Manzano dice: 10/01/2017 a las 13:57

    En cuanto a la pregunta que formula Maribel Manzano, la mayoría de indicadores están tomados del proyecto U-Ranking que también realizamos para la FBBVA. Para que una universidad aparezca debe proporcionar información a las fuentes públicas –fundamentalmente el SIIU del Ministerio de Educación– que utilizamos de al menos 18 de los 25 indicadores utilizados. Las que no aparecen no cumplen este criterio. Para el detalle metodológico de ese proyecto puedes consultar http://www.u-ranking.es/metodologia.php


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