Mujeres y Ciencia: 15 años de políticas europeas para favorecer la participación de la mujer en la ciencia

El pasado 24 de octubre, el INAECU (Instituto Interuniversitario de Investigación Avanzada sobre Evaluación de la Ciencia y la Universidad) celebró la reunión científica «Mujeres y Ciencia: 15 años de políticas europeas para favorecer la participación de la mujer en la ciencia. Antes y después del Informe ETAN». Su objetivo era analizar la presencia, participación y contribución de la mujer en la investigación científica y tecnológica en España a través de datos y estadísticas y sensibilizar a la comunidad científica y académica de la necesidad de aplicar la perspectiva de género en la práctica científica.

El Informe, publicado en 2000 con el objetivo de promover la excelencia científica y académica mediante la integración de la igualdad de género, proporcionó por primera vez datos comparativos y fiables a escala internacional sobre la participación de las mujeres en la ciencia. Propugnaba el uso de la transversalidad de género como acción positiva para avanzar en la equidad y concluía que la poca representación de mujeres amenazaba los logros de la ciencia, además de ser un sistema despilfarrador e injusto (Osborn, 2018).

El Informe ETAN ponía la atención en el denominado diagrama de tijeras, donde las mujeres comienzan siendo mayoría durante el periodo de formación y al inicio de su trayectoria profesional, pero a medida que aumenta la categoría científica va disminuyendo su presencia. Esta situación de clara segmentación (o de segregación vertical), se debe a la interrelación de diversos factores que propician la existencia de un techo de cristal que dificulta el acceso de las mujeres a los puestos de decisión y de poder en ciencia. Este fenómeno, entraría dentro de lo se denomina discriminación de sesgo encubierta, referida a las micro desigualdades que dificultan el acceso de la mujer a la carrera científica, primero, y que después la mantiene alejada de los foros y espacios de poder donde se diseñan las políticas científicas.

Existe un techo de cristal que dificulta el acceso de las mujeres a los puestos de decisión y de poder en ciencia. 

Entre los factores argumentados para explicar la escasa presencia de mujeres en el ámbito científico en general y en las posiciones más altas y de relevancia científica, en particular, se puede mencionar el fenómeno conocido como «leaky pipeline”, traducido al español como tubería agujereada o grieta en el sistema. Este fenómeno hace alusión al progresivo abandono de las mujeres de la carrera científica y compara el progreso de la mujer en el ámbito científico y tecnológico con un tubo perforado por el que se pierde un considerable potencial científico.

La jornada se organizó en torno a cuatro mesas temáticas con el objetivo de favorecer el debate entre la comunidad científica y académica sobre algunas cuestiones específicas en relación a la situación de la Mujer en la Ciencia. En la composición de las mesas y su contenido se tuvo en cuenta el perfil investigador y científico de sus participantes, así como su experiencia vital.

Las mesas 1 y 2, moderadas por Carmen Pérez Esparrells (UAM) y Rosa San Segundo (UC3M, Instituto de Estudios de Género) respectivamente, se centraron en la igualdad de género en las primeras etapas de la carrera científica, en la igualdad de género en la investigación y en la inclusión de la igualdad de género en el proceso de Investigación Científica y en el Programa H2020.

Elba Mauleón y Núria Bautista (UC3M) presentaron la ponencia 10 años de las convocatorias del European Research Council desde una perspectiva de género. El trabajo muestra una fotografía de la situación de la mujer en las becas ERC (Starting Grant, Consolidator Grant y Advanced Grant), analizando las becas solicitadas y concedidas por áreas de investigación, así como por fases de evaluación. También se mostraron los resultados obtenidos del análisis de los paneles de evaluación así como una estimación a través de modelos matemáticos de la evolución futura en los próximos años.

También formaron parte de esta mesa María Jesús Fuente Pérez, con una presentación sobre el pasado, presente y futuro de las Becas Fullbright como un ejemplo para sondear la igualdad de género en las ayudas de postgrado, y Begoña Marugán, de la UC3M.

La mesa 3 se dedicó a la influencia del género en la salud y los estereotipos en la atención sanitaria. Moderada por Pilar Serrano Gallardo, de la Universidad Autónoma de Madrid, contó con la participación de Rosario López (UAM), Rosa Urbanos (UCM) y Lucía Artazcoz (Agència de Salut Pública de Barcelona).

El informe de la Organización Mundial de la Salud Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana (WHO 2009) aborda de forma global los aspectos relacionados con las necesidades sanitarias de las mujeres así como su contribución a la salud de la sociedad. El informe pone de relieve importantes contradicciones como el hecho de que, a pesar de que la mayor parte de la atención sanitaria se lleva a cabo por mujeres, ellas reciben una menor y peor atención que los hombres. De acuerdo con esto, se abordaron aspectos como los sesgos de género en el diagnóstico y las terapias que reciben hombres y mujeres; las desigualdades de género en la utilización de servicios sanitarios o la importancia de la inclusión de la perspectiva de género en los estudios de la salud.

La última mesa de la Jornada, giró en torno al tema de «Mujer, Tecnología y Emprendimiento». En enero de 2003, la Comisión Europea publicó el informe “Women in Industrial Research: A wake up call for European industry” o informe WIR (2003). Este informe, que analiza la situación de las mujeres en la investigación en el sector privado, pone de manifiesto la infra-representación de la mujer en la investigación industrial.

Para los autores del informe WIR, las políticas actuales dirigidas a promover el desarrollo del papel de la mujer en la investigación industrial no son suficientes para alcanzar una presencia más igualitaria de mujeres en este sector. Las desigualdades en el mercado de trabajo son persistentes y mantienen a la mujer en una situación claramente desfavorable, con especial incidencia en aquellas con perfiles tecnológicos. Las mujeres científicas y tecnólogas cuyos intereses profesionales apuntan a sectores del ámbito tecnológico y empresarial, en los que tradicionalmente han estado infra-representadas, chocan con estructuras y comportamientos basados en prejuicios y estereotipos que las condicionan a realizar determinadas tareas y a ocupar ciertos puestos de menor responsabilidad o valía.

Según el informe WIR, las políticas actuales no son suficientes para alcanzar una presencia más igualitaria de mujeres en el sector industrial. 

Esta mesa, moderada por Celeste Campo (UC3M), tuvo como invitadas a tres jóvenes emprendedoras que dieron a conocer su experiencia personal en la puesta en marcha de sus propias empresas. Paola Garcia (Chefly) habló sobre su trayectoria personal y profesional en el mundo de las TIC como mujer, ingeniera y madre. Por su parte, Raquel Hernández y Laura Rubio, dieron a conocer su experiencia personal en el establecimiento de una startup en el ámbito agroalimentario.

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