Algunas recomendaciones para mejorar las universidades (II)

Este post, continuación del de ayer (ver aquí), resume las recomendaciones del grupo de rectores coordinado por Daniel Peña sobre las medidas que, tanto el Estado como de las CCAA, pueden emprender para mejorar el sistema universitario.

Sobre el gobierno de las universidades

  • Apoyar con incentivos a las universidades que elijan un cambio de gobernanza más abierto y profesional. Por ejemplo, con más autonomía para gestionar las carreras académicas y administrativas de todo su personal. Una posibilidad es utilizar la política ensayada con éxito en algunos países europeos de permitir que ciertas universidades, con carácter experimental, exploren formas de organización y funcionamiento distintas de las previstas hasta ahora en la ley.

Sobre los estudios y la acreditación

  • Cambiar la filosofía y reestructurar las actividades y funciones de la ANECA. Es necesario un giro radical de su funcionamiento. Su principal misión debe ser evaluar los sistemas internos de calidad de las universidades mediante comisiones: (a) completamente externas y con representación internacional; (b) con criterios lo más objetivos que sea posible. Sus resultados deben ser públicos, con gran difusión y tener consecuencias para la financiación de las universidades. Si la evaluación es favorable, la universidad será acreditada por un periodo definido, y se autorizará automáticamente la impartición de nuevos grados y másteres. Finalizado este periodo se hará una evaluación de los resultados. Las acreditaciones a priori de grados y másteres quedarán reducidos a las universidades que no tengan sistemas de calidad validados por la ANECA.

La programación de nuevos estudios en las universidades con sistemas de calidad acreditados debería ser aprobada exclusivamente por la universidad, sin mediación de agencias, y con acuerdo del gobierno competente.La acreditación de una institución garantizará que todos los títulos impartidos por ella tengan la validez de los títulos oficiales.

  • Revisar los cambios en el sistema de becas introducidos en los últimos años para avanzar en una estrategia de promoción de la equidad: mayor dotación económica de los paquetes de ayudas, garantizando la igualdad de oportunidades con criterios claros y rapidez en la concesión. Las ayudas para grado serán becas, mientras que para másteres y doctorados podrá haber un sistema mixto de becas y préstamos para estudiantes en función de las necesidades.

Sobre el profesorado

Es urgente olvidar el concepto de tasa de reposición para el profesorado de las universidades públicas y sustituirlo por techos de gasto en el capítulo I de personal. Aplicar ese concepto está teniendo un efecto perverso sobre las posibilidades de las universidades de desarrollar sus propias políticas de plantillas dentro de sus disponibilidades presupuestarias. Además, se deberían emprender las acciones siguientes:

  • Crear una página web, o el mecanismo de información ágil que garantice mejor la difusión, que contenga un registro general actualizado de todas las plazas que salgan a concurso en las UUPP, a cualquier nivel, y garantizar la publicidad de esta página tanto en España, Europa y en el ámbito universitario internacional.
  • Establecer un programa nacional tipo ICREA  (leer post aquí) o Ikerbasque para la contratación internacional de profesores e investigadores universitarios, manteniendo el programa Ramón y Cajal. Mejorar los mecanismos existentes para facilitar la incorporación de profesorado de excelencia de centros extranjeros a la plantilla de las universidades.
  • Diseñar para la incorporación inicial de profesorado joven un mecanismo parecido al tenure-track, de modo que no existan restricciones de acreditación para la contratación inicial y donde los requisitos de calidad se exijan a lo largo del periodo.

Sobre la financiación

  • Asegurar que al menos el 25% de la financiación pública de las universidades se produce a través de programas estatales o de las CCAA, basados en evaluaciones externas de su actividad en función de resultados medibles.
  • Financiar las universidades a partir de programas plurianuales basados en objetivos y resultados. Utilizar en todo caso como uno de los criterios principales la calidad del profesorado contratado por cada universidad.

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Comentarios
  1. ISABEL PEREZ CRUZ dice: 27/10/2016 a las 17:08

    Me parece muy importante estos temas.


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