California: el secreto de la prosperidad

Los países son ricos y prósperos porque invierten en educación e investigación, no a la inversa. Este aforismo queda evidenciado en California, donde las universidades, la investigación científica y la innovación se sitúan en el corazón de la razón de ser del Estado americano.

No por conocido es menos importante remarcarlo. California dispone de un sistema universitario y de investigación científica de primera división mundial. La economía californiana, a pesar de los síntomas de crisis recientes, se encuentra en la novena posición mundial. En el año 2012 se situaba como cuarto estado de los Estados Unidos en el ranking de la economía del conocimiento, mejorando tres posiciones respecto a 2010. Asimismo, en el año 2011, seis campus de la University of California más la Stanford University estaban clasificados entre las 10 mejores universidades de investigación de USA. Y todo ello con una fuente de recursos de grandes magnitudes: sólo los campus de la Universidad de California disponen de más de 5.400 millones de dólares de presupuesto anual, que representa aproximadamente un ratio de 26.000 $ / estudiante. Nada que ver con nuestra escasa inversión en universidades.

Los países son ricos y prósperos porque invierten en educación e investigación, no a la inversa

El sistema universitario público está bien planificado y estratificado desde la aprobación del Master Plan for Higher Education 1960. Por lo tanto, es un sistema ideado hace 54 años para el largo plazo, a pesar de sus periódicas revisiones y actualizaciones. Las tres universidades públicas tienen misiones distintas y a la vez complementarias: la University of California (UC), la universidad de investigación con competencia para impartir cursos de doctorado en sus diversos campus; la California State University (CSU), centrada en la formación de grado y máster; y los California Community Colleges (CCC), ofreciendo formación académica y profesional con programas de dos años. Una arquitectura sencilla pero a la vez sólida, atendiendo a las diversas misiones de la educación superior. En esta estructura hay que añadir las universidades privadas, algunas de ellas de referencia mundial (Stanford, CalTech). En este contexto, es interesante señalar que el Estado no cuenta con un ministerio de educación superior o de universidades; al mismo tiempo, la regulación legislativa del sistema es ligera y se centra básicamente en la rendición de cuentas a posteriori.

La regulación legislativa del sistema universitario es ligera y se centra básicamente en la rendición de cuentas

En cuanto a la University of California (UC), ya  pesar de constituir una sola institución, se estructura en 10 campus con una amplia capacidad autónoma. De hecho, podemos afirmar que, a pesar de formar parte de una única institución, los campus de la UC (Berkeley, UCLA, Irvine, etc.) disponen claramente de una mayor autonomía académica y de gestión que las universidades públicas catalanas, formalmente autónomas pero insertadas en un contexto de hiper-regulación y excesiva homogeneidad en España.

Un aspecto crucial en el sistema californiano (y en general a todos los Estados Unidos) es el de la importancia clave de la selección del profesorado y el modelo de tenure track. Asegurar un buen sistema de reclutamiento y selección del profesorado constituye el pilar básico de todo el sistema académico, lo que permite consolidar instituciones de excelencia.

También cabe destacar que la función de transferencia de conocimientos a la sociedad y al mundo empresarial es percibido como una actividad nuclear de las instituciones universitarias. Estima, como dato significativo, que por cada dólar invertido en la UC, el impacto generado en la economía general es de 13.80 dólares. En esta línea, hay que poner de relieve el rico ecosistema de instituciones y de mecanismos que alimentan la innovación. De hecho, a principios de 2013, el Gobernador Brown promulgó la Iniciativa de desarrollo económico, que pretende ayudar a crear un sistema más flexible y más competitivo para el desarrollo económico de California.

Buenos profesores y buenos estudiantes configuran una universidad de excelencia

Un último apunte: como en otros aspectos de la economía y la política pública norteamericana, los conceptos de público y privado pueden causar cierta confusión si los analizamos desde la realidad europea. Por ejemplo, las tasas de matriculación en las universidades públicas son realmente muy altas y, a pesar de la variedad de becas, ayudas y préstamos, implican una apuesta personal y familiar de gran alcance. La misma UC ingresa unos 2.500 millones de dólares en tasas de matrícula. Por supuesto, la crisis también ha llegado a los campus universitarios: en los últimos años se ha producido un decrecimiento de las aportaciones públicas del Estado, que en parte se han visto compensadas por un crecimiento de los precios de la matrícula a los estudiantes. Como decía un profesor de CalTech, finalmente la receta parece obvia y sencilla: buenos profesores y buenos estudiantes configuran una universidad de excelencia.

*Publicado en el diario ARA el día 3 de septiembre de 2014.

 

Comentarios
  1. Fundacion CYD dice: 20/03/2019 a las 10:25

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