Estrategias de internacionalización y captación de estudiantes en tiempos de pandemia

España fue el primer destino universitario internacional histórico que se enfrentó a los desafíos de la pandemia, en marzo de 2020. Cuando los rectores decidieron clausurar las aulas, éramos el mayor receptor mundial de estudiantes ERASMUS+ y ocupábamos el tercer puesto entre las opciones escogidas por los universitarios estadounidenses. Se iniciaba un cambio sin precedentes en el entorno global.

A principios de abril circulamos una encuesta a la que respondieron 72 unidades de relaciones internacionales (RR. II.) en universidades españolas. Queríamos describir la primera reacción de las instituciones, su adaptación al nuevo entorno, y las estrategias que sus líderes empezaban a delinear ante un futuro incierto.

Reacción ante la pandemia

La primera reacción de nuestras universidades fue ejemplar, con una transición rápida a la enseñanza en plataformas virtuales y proporcionando asistencia inmediata a los alumnos que querían o debían retornar a sus países de origen. A este primer movimiento le siguió una fase de adaptación al nuevo escenario, en la que el 99% de las instituciones impartieron clases y mantuvieron el contacto con sus alumnos a través de internet. A pesar de las circunstancias, en el 53% de las universidades encuestadas más de un tercio de los estudiantes decidieron quedarse en España.

En abril, el 40% de los responsables de la internacionalización de las universidades diseñaba sus estrategias sobre la base de la recuperación de entornos presenciales en el primer semestre del curso. El 60% restante no era capaz de predecir cual sería el escenario en septiembre.

Los participantes en la encuesta de abril sugerían cuatro líneas de acción que contribuirían a la captación de estudiantes internacionales: mayor flexibilidad y eficacia en los procesos de aplicación de las leyes que afectan a estos estudiantes, aumento de la financiación por parte del Gobierno, mejora en la claridad y calidad de la información, y transformación de las experiencias de aprendizaje para adaptarlas a un nuevo entorno.

Estrategias para el 2020/21 para la captación de estudiantes internacionales

Las bases sobre las que se asentaban estas posibles estrategias en abril fueron evolucionando a lo largo del verano. A finales de septiembre, contando de nuevo con el apoyo de la Unidad de Educación Superior del SEPIE, circulamos una segunda encuesta con el objetivo de documentar las tácticas definidas para el curso que se iniciaba.

En el 92% de las universidades españolas se había incluido un componente presencial para el primer semestre del año. Ese elemento de asistencia y participación es importante porque a nivel global se infiere que la inmersión en la comunidad local desarrolla las competencias interculturales. Hay que aclarar que estos beneficios extraacadémicos, que se valoran positivamente en entornos personales y profesionales, no se adquieren necesariamente de forma automática. La movilidad los puede promover, pero no los garantiza.

El 67% de los encuestados empleaban o tenían previsto emplear comunidades online para fomentar la interacción cultural de los alumnos internacionales. Esas comunidades virtuales (CCVV) pueden promover de forma muy efectiva la inmersión cultural, especialmente cuando las circunstancias obliguen a cerrar facultades o campus, pero es imprescindible motivar a los estudiantes para que participen de forma activa. Esto puede conseguirse vinculando la interacción en línea con metas de desarrollo personal relacionadas con las competencias interculturales, y transmitiendo la relevancia y el valor de los objetivos a los participantes.

Los COILS: Aprendizaje Internacional Colaborativo en Línea

Las CCVV deben estar tuteladas por profesionales de la educación internacional, familiarizados con los beneficios extraacadémicos que son deseables durante una experiencia en el extranjero. También han de estructurarse incluyendo herramientas y procesos que fomenten experiencias en las que todos los participantes, locales e internacionales, puedan aportar y colaborar.

Fuera del entorno de la educación hemos visto organizaciones que, migrando desde programas presenciales a plataformas en línea, han logrado fomentar las conexiones entre los miembros de su CV. Tanto nXu como Climb Hire, han tenido éxito reconduciendo sus métodos con un enfoque centrado en las relaciones humanas. Son metodologías similares a las de los Collaborative Online International Learning (COILs) que se están haciendo populares en los EE. UU.. Los COIL son una herramienta que se puede desarrollar internamente o incorporar a través de un proveedor externo, y tienen aplicaciones en entornos extraacadémicos y académicos.

Bound International es una empresa emergente fundada en Tejas durante la pandemia. Ofrece una plataforma COIL integradora y “culturalmente apropiada” para promover el aprendizaje internacional colaborativo en línea, incorporando también formación previa y un sistema de evaluación. En estos momentos el equipo de Bound está lanzando sus programas piloto: proyectos virtuales de colaboración con comunidades en África y América Latina, centrados en la sostenibilidad.

En España hay al menos una universidad que ya emplea esta herramienta, como elemento de internacionalización en sus planes de estudios. Si se forma a los profesores/coordinadores y se utilizan correctamente, los COIL tienen potencial para constituirse en instrumentos valiosos y diferenciadores en el entorno actual y en el futuro.

La importancia del diseño de los programas

No cabe duda de que los estudiantes internacionales tienen a España entre sus preferencias principales. El desafío para las universidades que les van a recibir en el nuevo escenario es diseñar programas con formatos viables y efectivos. Desde SEP proponemos una combinación de tres elementos: cursos en línea durante un cuatrimestre, interacción cultural tutelada en una CV estructurada, y una estancia breve pero intensa en España al final del curso. Estos programas híbridos permiten que los estudiantes compartan su experiencia académica en línea con estudiantes locales, proporcionan una primera inmersión cultural a través de la CV, y complementan estos dos elementos con una etapa experiencial breve y controlada.

Una de las principales motivaciones para participar activamente en los dos primeros elementos es la preparación que aportan para la experiencia final. Las unidades internacionales de las universidades españolas saben cómo crear estos módulos, breves e intensos, de forma que sean la culminación experiencial de cada curso. Se deben estructurar con flexibilidad de fechas y asegurándose que maximizan la inmersión, en grupos pequeños y diversos de alumnos que ya están preparados para viajar y trabajar en comunidades universitarias españolas.

Las comunidades de viviendas colaborativas

El paso a la formación online ha animado a grupos de estudiantes en los EE. UU. a formar su propia comunidad en grandes viviendas colaborativas que alquilan a miles de kilómetros de sus universidades. Han creado sus propios mini campus con contratos de alojamiento, normas de comportamiento, planes de alimentación, procedimientos de salud e higiene, asignación de tareas, y costes muy asumibles. Es una iniciativa que merece ser considerada.

Hay oportunidades de atraer estudiantes internacionales que convivan en alojamientos de baja ocupación, con características que permitan poner en práctica todas las medidas que los protocolos de salud y seguridad establecen. Para esto es imprescindible una buena preselección de candidatos que se comprometan a cumplir con las normas que la universidad anfitriona establezca. Es una fórmula que se puede evaluar a través de convenios con proveedores de servicios y que podría atraer a estudiantes tanto de programas ERASMUS+ como de los EE. UU.

Nuevas formas de promoción y comunicación para atraer a estudiantes internacionales

La manera en la que las universidades captan estudiantes internacionales también ha cambiado. Ya en abril 2020 la empresa QS afirmaba que, para el 75% de las universidades participantes en una de sus encuestas, las actividades de captación que habían ganado mas relevancia eran los eventos y el marketing digitales. También la organización SCOIR, ha publicado un informe sobre los desafíos a los que se enfrentan los alumnos estadounidenses que deben decidir que estudiar y donde, y sugiere nuevas formas de atraerlos.

Estos cambios también se han percibido desde las universidades españolas y las instituciones públicas que apoyan su presencia en el mercado internacional. El SEPIE ha organizado ya ferias digitales en las que las entidades participantes han tenido la oportunidad de presentarse (e. g., en LATAM), con un resultado prometedor.

Liderazgo para un entorno cambiante

Según los expertos en educación terciaria de la firma Deloitte, hay dos grandes incertidumbres para el liderazgo: la severidad y duración de la pandemia, y el nivel de colaboración entre países. En ese escenario incierto, del que todos dependemos, hay que incorporar herramientas que permitan a las universidades ser competitivas. Esto es, seguir captando estudiantes internacionales con estructuras innovadoras, atractivas, y flexibles.

El desafío al que nos enfrentamos no es tanto una cuestión de inversión económica como de abrazar un escenario de renovación en el que cada universidad deberá encontrar que medios están mejor alineados con su misión y visión. En este texto hemos presentado algunos de los instrumentos que nos parecen más útiles. Los que adoptemos, deben constituirse en elementos diferenciadores para nuestros programas internacionales en un entorno muy competitivo.

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