Evolución de las universidades españolas en los «rankings» internacionales: 2009-2015

Desde que en el año 2003 surgió el Academic Ranking of World Universities (ARWU), elaborado por la Universidad Jiao Tong de Shanghai, se ha producido una eclosión de rankings de muy diversa naturaleza.

En sentido estricto, es prácticamente imposible hacer un ranking de universidades, como también lo es hacerlo de empresas o de personas, porque medimos atributos o características pero no la totalidad del objeto/sujeto observado (sean universidades, empresas o personas).

En todo caso tendremos rankings de atributos de universidades o de varios atributos (no todos) combinados con ponderaciones más o menos subjetivas. En suma, los denominados rankings de universidades son una aproximación, a veces burda, a la medida de las universidades. Pero esto no implica que no tengan interés ni que haya que despreciarlos o ignorarlos. Hay que tomarlos en consideración con precaución y, sobre todo, es interesante observar la evolución que una institución presenta en ellos a lo largo del tiempo.

El ARWU es, posiblemente, el ranking universitario que más notoriedad ha alcanzado, un referente para identificar universidades de clase mundial. Básicamente utiliza indicadores de investigación y no incorpora opiniones personales. Por supuesto, no está exento de críticas. Una de ellas se refiere al peso o importancia dada a los premios (Nobel, Medalla Fields), lo que ha provocado que surja una versión alternativa como respuesta. Y otra se refiere a las ponderaciones que utilizan y a su aplicación.

En su origen no fue concebido como un ranking para desempeñar el papel que ahora representa. Más bien tenía que ver con una iniciativa de benchmarking para mejorar las universidades chinas. Pero lo cierto es que su notoriedad es incuestionable. Así, cada dos años la universidad que elabora ARWU, organiza una conferencia internacional la International Conference on World-Class Universities. Es un foro en el que se debate sobre aspectos metodológicos y el impacto de los rankings como herramienta para establecer universidades de referencia mundial. Destaca en este foro la presencia de universidades asiáticas (China, Malasia, Emiratos Árabes o Singapur) y también australianas. Son países en los que hay una apuesta fuerte por la mejora de las universidades que está teniendo sus efectos en el ascenso en los rankings internacionales.

Conscientes de cómo se elabora un ranking y de sus limitaciones, es un ejercicio interesante analizar la evolución de las universidades en el tiempo. Dadas esas reglas de juego, podremos comprobar si se mejora o no a lo largo del tiempo con respecto a otras universidades.

La evolución de las universidades españolas desde 2009 (año de inicio de la iniciativa Campus de Excelencia Internacional, CEI) en ARWU ha sido muy positiva para el conjunto del sistema universitario, tanto en posiciones como en puntuación. Se ha producido un ascenso importante en posiciones y en puntuación hasta el año 2014, como muestra la figura. Sin embargo, en la edición de 2015, a pesar de que algunas universidades suben respecto al año anterior, en términos generales se ha producido un descenso en las posiciones del conjunto del sistema. Teniendo en cuenta las universidades españolas que han aparecido en los años considerados, entre 2009 y 2014 se habían mejorado un total de 538 posiciones en este ranking, mientras que entre 2009 y 2015 esa mejora se queda en 408 posiciones.

Figura 1. Evolución de las universidades españolas entre las 500 primeras en ARWU 2009-2015.

A la misma conclusión se llega al analizar el ranking NTU de Taiwán, más estable, puesto que considera la media de un período de 11 años de indicadores de producción científica. En NTU, la mejora de posiciones de las universidades españolas consideradas entre 2009 y 2014 en el ámbito internacional fue de un total de 624 posiciones, mientras que la comparación con un año después baja a 577.

Figura 2. Evolución de las universidades españolas en el ranking NTU de Taiwán (2009-2015).

Se ha de insistir en que, más que la posición puntual de un año, lo interesante es la evolución a lo largo del tiempo. Estos rankings, como todos, son una aproximación que se basa en unos criterios concretos, que hay que tener bien presente al extraer conclusiones.

Pues bien, con esas reglas de juego el análisis muestra una evolución positiva del sistema universitario español, truncada en 2015, año en el cual ha empeorado la posición con respecto al resto del mundo.

A los efectos de estos rankings, lo dicho es un indicador de que últimamente algo no se ha hecho bien o se ha hecho menos bien que en el resto del mundo, porque probablemente están aflorando las consecuencias de decisiones tomadas y/o los efectos por acción u omisión. Tales efectos no se presentan de forma inmediata en el tiempo, lo hacen de manera retardada. Habrá que esperar para tener una perspectiva más completa y para comprobar si 2015 supone o no un cambio de tendencia, dentro de las reglas de juego de estos rankings.

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