Hacia el estudiante digital

“En  relación al futuro de las tecnologías y la educación superior, es mejor trabajar sobre trayectorias que sobre predicciones. Trabajar sobre trayectorias nos permite saber a dónde nos dirigimos  y es una forma más humilde y realista de afrontar el futuro”.
Malcon Brown. Director Educause LTL Institute. Stanford University.

La primera relación de la universidad con las TIC tiene que ver con la investigación. Se considera que el nacimiento de la informática empieza en los años 50 del siglo pasado y entra en España casi dos décadas después con la instalación de grandes ordenadores, principalmente en universidades tecnológicas y centros de investigación. Muchos profesores aún recuerdan aquellas máquinas tan grandes que ocupaban toda una planta y las llamaban “centros de cálculo” porque pasaban horas y horas calculando y procesando datos relacionados con proyectos de investigación.

La segunda relación de la universidad con las TIC la podríamos centrar en la automatización. Con la creación de las titulaciones en informática y telecomunicaciones y con ello las profesiones y empresas correspondientes, en los años 80 se empieza a generalizar la venta de ordenadores y programas informáticos a la población, a la vez que las universidades adquieren o desarrollan sistemas informáticos de todo tipo, para automatizar la gestión de la administración y de los servicios. Es el inicio del periodo de la “automatización” de los procesos que antes hacíamos con miles de papeles, firmas y sellos. La universidad se plagó entonces de ordenadores de sobremesa donde todos los profesores y el personal administrativo empezaron a trabajar con programas informáticos. Prácticamente todas las tareas internas de las universidades, como por ejemplo gestionar la matricula, pagar la nómina, poner las notas o sacar un libro en préstamo de la biblioteca se empiezan a gestionar con un sistema informático.

En los 90 llegó la red de Internet que facilitaba que los ordenadores pudieran conectarse entre sí, hecho que aprovecharon rápidamente los investigadores para conectarse también entre ellos, más allá de la asistencia a los típicos congresos presenciales. Los investigadores de medio mundo empezaron a intercambiar y publicar millones de datos en tiempo real y la investigación se hizo global. Miles de grupos de investigación están hoy en día conectados, abordando la solución a cientos de problemas para mejorar nuestras vidas y la del planeta desde diferentes estrategias, estudios y lugares del mundo, de tal manera que ya es impensable iniciar un proyecto de investigación sin disponer de equipos y programas informáticos conectados a Internet. La nueva comunicación científica es un ejemplo de todo esto. Ahora la ciencia se publica y se comunica en digital: revistas científicas, resultados, artículos, tesis, comunicaciones, papers, datos, patentes, etc. Incluso los curriculums de los investigadores, sus publicaciones y sus debates corren como la pólvora por Internet. En realidad si un investigador no está en Internet, no existe.

Las universidades, también las españolas, han pasado en poco tiempo en tener aquellos superordenadores mastodónticos que llamábamos “centros de cálculo” a disponer de una gran oferta de servicios TIC que están mejorando todos los ámbitos y tareas del sistema universitario.  Los informes, por ejemplo, que va publicando CRUE-TIC son excelentes estudios para conocer esta realidad en el ámbito español.     

Pero actualmente y a mi modo de ver, estamos entrando en la tercera gran relación de la informática con la universidad, concretamente con los estudiantes y en consecuencia con la docencia. Por primera vez en la historia los estudiantes traen consigo, cuando vienen a la universidad, aparatos tecnológicos con todo tipo de programas informáticos conectados a Internet. Cuando vienen a las clases, a las bibliotecas y a los campus traen tecnología punta incorporada. De hecho, no es que la traigan, es que viven con ella o no pueden vivir sin ella. Y si a esta realidad le añadimos, que son expertos tecnológicos en su uso y consumo y además tienen grandes expectativas tecnológicas respecto a lo que van aprender, nos encontramos ante una exigencia y potencialidad de mejora de la propia universidad y del propio proceso educativo, impensable hace apenas unas décadas.

No hace mucho que los estudiantes llevaban carpetas en donde archivaban los apuntes que iban copiando en las clases. Carpetas que algunas universidades aún regalan con el logo de la universidad cuando se matriculan. Pero todo esto ya está cambiando  porque la nueva carpeta es el teléfono móvil que llevan en el bolsillo o en la mochila. Además del teléfono móvil, los estudiantes disponen de todo tipo de dispositivos como son las tablets, ordenadores portátiles o relojes inteligentes. Aparatos de todas las marcas comerciales y de última generación. Cuando llegan a la universidad se conectan a la red interna para realizar todo tipo de actividades y transacciones, como por ejemplo hablar con los profesores y compañeros, realizar y entregar trabajos, consultar exámenes y notas, sacar libros, bajarse artículos de revista, editar apuntes, reservar salas de trabajo, consultar horarios, quedar con amigos, contestar a miles de mensajes, etc. Los estudiantes están permanentemente conectados y por lo tanto es urgente que las universidades, con la ayuda de las TIC, aprovechen esta nueva realidad adaptando, redefiniendo, mejorando todos los elementos y agentes que configuraran el sistema y modelo educativo. El estudiante universitario es ya digital y cada vez lo va a ser más y no puede ser que cuando vaya  a clase sea como una especie de viaje al túnel del tiempo donde se encuentra a un profesor que habla y habla durante horas encima de una tarima con una pizarra a su espalda.

Se quiera o no, los cambios profundos del modelo docente provocados por las TIC se van a acelerar y se van a extender rápidamente a muchas universidades. De hecho, ya hay cientos de programas y sistemas informáticos en el mercado que están abordando la renovación pedagógica y docente de la educación en cada uno de sus periodos. La transformación de la docencia digital va a ser de gran calado, difícil y en algunos aspectos traumáticos, pero será beneficiosa no solo para los estudiantes sino para la propia universidad. Muchas universidades del mundo, al igual que muchas universidades españolas, los han empezado a implementar: campus digitales, asignaturas digitales, intranets docentes, plataformas educativas de edición,  Moocs, etc. Hay centenares de proyectos, sistemas y aplicaciones informáticas que están saliendo al mercado o se pueden descargar libremente, que vienen a mejorar la docencia a todos sus niveles ya sea el trabajo y la dedicación del profesor, la transmisión del conocimiento, los contenidos y materiales académicos, el seguimiento la evaluación, los exámenes, etc. Miles de profesores ya están en esta dinámica y están alimentando sus clases con las TIC aun excesivamente presenciales. Sin duda la tercera relación entre universidad e informática es ya imparable y en la entrada de mañana, se propondrán 7 pasos en el camino de la transformación digital de la docencia.

“Con 100 me gusta, Facebook conoce tu personalidad. Con 150 sabe más que tus padres y con 250 te conoce más que a ti mismo”
Martin Hilbert. University UC Davis. California.

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Comentarios
  1. JOSE MANUEL MORA FANDOS dice: 01/02/2018 a las 09:10

    Para equilibrar todo esto recomiendo leer Reclaiming Conversation. The Power of Talk in a Digital Age (2015), sobre todo el capítulo «Education», de Sherry Turkle, del MIT. También vale la pena ver el TED https://www.ted.com/talks/sherry_turkle_alone_together/transcript

  2. Pedro Merino dice: 01/02/2018 a las 11:24

    Interesante opinión pero, a mi juicio, sin entrar demasiado en el fondo del asunto.

  3. Fidel Guzman Quispe dice: 01/02/2018 a las 18:36

    Las TIC son apoyos POTENCIALES para toda edad, pero su uso EXCESIVO conduce a problemas de SALUD como Estrés Visual, Insomnio, Sordera y Patologías Cervicales. USAR CON HORARIO .

  4. Alhim Adonai Vera Silva dice: 02/02/2018 a las 14:58

    Estimados académicos en octubre del año pasado publique un libre titulado la autonomía del estudiante digital en la sociedad del conocimiento que me agradaria fuera conocido en los sistemas educativos de preescolar a doctorados


¿Y tú qué opinas?