Inteligencia Artificial: ¿enemiga o amiga de la universidad?
¿Son los alumnos unos “perfectos desconocidos”? ¿Cuántos alumnos en cada materia dejan de ir a clase? ¿Cuántos de los que van a clase desconectan porque no entienden casi nada y lo dejan para una atracón de estudios de apuntes y otros materiales de cara a un examen? ¿A qué porcentaje de alumnos le falta base para seguir una materia específica que explica un profesor? ¿Cuántos alumnos se sienten cómodos confesando en una clase públicamente que no han entendido esta u otra explicación? ¿Cuántos estudiantes dejan de estudiar una titulación por barreras que no sabemos identificar con claridad?
Si preguntamos estas cuestiones nos percatamos de que, tras un año impartiendo clase en cualquier asignatura, nuestros alumnos siguen siendo unos “perfectos desconocidos”.
Intuimos las razones por las muchos de nuestros alumnos dejan de ir a clase en un porcentaje determinado, pero no nos atrevemos a confesarlo.
También intuimos que sólo una minoría sigue al día sus apuntes, compresión y repaso de las materias y que, por lo general, una mayoría concentra únicamente su atención y trabajo conforme se acerca el examen o exámenes de la asignatura. Y tantas cosas más.
Lo más grave es la lacra que representa en España el hecho de que uno de cada tres estudiantes deja la universidad sin concluir sus estudios. En alguna Universidad o centro este dato se multiplica en negativo “n veces”. Es una estadística perturbadora e inquietante. Muchos de estos jóvenes -o no tan jóvenes- quizás con bastante frustración se incorporan al mercado laboral, probablemente con un sentimiento de fracaso y con la percepción de estar en desventaja a lo largo de su futuro laboral.
Por estas razones, los firmantes de este artículo -y tras muchos años de intentos con otras herramientas de apoyo a la docencia[1]– hemos puesto nuestra atención en la nueva IA generativa y su potencial para ayudar al estudiante a una mayor y mejor comprensión de las materias que debe asimilar.
Potenciando la educación universitaria con Inteligencia Artificial
La disrupción que han supuesto los últimos avances en Inteligencia artificial está provocando movimientos de fondo en el mundo educativo. Aunque aún hay más preguntas que respuestas, docentes y desarrolladores de código de todo el mundo se han lanzado a crear aplicaciones de los grandes modelos de lenguaje de los cuales GPT y ChatGPT son actualmente los principales ejemplos.
Las posibilidades de la aplicación de la IA son infinitas, pero también existen riesgos a veces en exceso sobredimensionados académicamente hasta fagocitar el impulso innovador.
Algunos de los ejemplos pueden ser:
- Perder el auténtico foco de la educación y ponerlo en el uso de la tecnología por sí misma.
- Realizar aproximaciones ingenuas al problema: enseñar es mucho más que transmitir contenidos.
- Convertirse en una solución buscando problemas sobre los que aplicarse.
- Simplificar el problema educativo reduciéndolo a un tipo, caso o ejemplo.
- Entregar el control del proceso a… ¿quién? …¿qué?
El foco de la aplicación de la tecnología -en nuestro caso, de la IA- al problema educativo debe estar en aumentar la calidad del proceso de una manera que sea sostenible.
Para mejorar la calidad del proceso educativo y garantizar un buen resultado hay que intervenir en dos áreas: el trabajo del profesor y el trabajo del alumno.
Y para que se pueda hacer de manera sostenible hay que conseguir reducir el esfuerzo empleado: debe producirse en menor tiempo y con los recursos justos necesarios.
¿Es esto viable?
Existen numerosos foros y páginas web donde los docentes pueden encontrar información, más o menos compleja, para ayudarse en esta tarea. La propia OpenAI, desarrolladora de ChatGpt, posee una sección enfocada a la educación con valiosas aportaciones. Pero cuando se trata de dirigirse al estudiante, hay bastantes menos que procuran responder esta necesidad. En España, durante meses, profesores de diferentes universidades y la empresa 1MillionBot han analizado una herramienta basada en ChatGPT, que tiene el potencial de impactar muy positivamente en la educación universitaria y especialmente en el rendimiento en el estudio de los alumnos. La herramienta se ha centrado en aumentar la productividad, la calidad y, por último, la eficacia y eficiencia. E- tutor está orienta al alumno, al docente y a la propia educación universitaria con el objetivo de trabajar sobre la documentación que el docente selecciona o que el estudiante aporta, de manera que se facilite su estudio, asimilación, comprensión y puesta en práctica.
La inclusión de la Inteligencia Artificial en el aprendizaje universitario no es solo una tendencia, sino una necesidad. Las herramientas basadas en IA como puede ser ChatGPT /GPT4, nos permiten adaptarnos mejor a las diferentes necesidades de aprendizaje y preparar a nuestros estudiantes para el mundo digital en el que vivimos.
Es previsible -ya está sucediendo- que de forma masiva abogados, arquitectos, economistas, ingenieros, especialistas en marketing, en definitiva, todos los profesionales, utilicen de forma intensiva la IA generativa al igual que hoy utilizan búsquedas de Google por Internet.
La diferencia la marcará la capacidad de hacer las preguntas más inteligentes, algo nada baladí de cara a transformar nuestros sistemas educativos
Nota al pie
[1] Haciendo un breve y escueto recuento desde los años 90 hemos impulsado y creado: primer micro-campus virtual de una universidad en España; primer Lab de educación digital con Amena;, primera Biblioteca digital universitaria (Biblioteca Miguel de Cervantes, premio Universidad de Stanford a la mejor biblioteca digital), diseño de Universia (2001-2004) y desarrollo- entre otras muchas herramientas- del primer repositorio de recursos docentes; desarrollo del acuerdo con el MIT-Universia para contenidos abiertos (MIT Open Course); primer MOOC en Europa (UNIMOOC, en colaboración con Luis Moreno); plataforma Google Actívate para toda Europa; primeros asistentes virtuales basados en IA para la automatización de la atención al estudiante en 30 universidades españolas (1MillionBot); desarrollo de programas basados en IA para retención de estudiantes, tutores de asignatura, entre otros muchos proyectos.
interesante reflexión sobre la IA de los autores , coincido con ellos que como todos los avances tecnológicos comporta riesgo, se trata de aprovechar las oportunidades que ofrece y tratar de minorar los inconvenientes, pero en modo alguno nos podemos permitir ralentizar el progreso.
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Totalmente de acuerdo, el mundo académico es de los innovadores! Enhorabuena por la fantástica entrada, como todas las anteriores sobre este asunto tan controvertido entre los docentes de todos los niveles educativos.