Internacionalización lingüística: 10 consejos para implementarla en las universidades
La internacionalización de las universidades
Enmarcada en el contexto de la globalización y las actuales políticas educativas de corte neoliberal, la internacionalización surge como una respuesta a estos procesos. La internacionalización, definida como “el proceso de integrar una dimensión internacional, intercultural o global en el propósito, funciones y transferencia de la educación superior” (Knight, 2004, p. 11), es una de las estrategias preferidas por los líderes educativos para modernizar la educación superior y responder a las actuales demandas globales (Maringe y Fostett, 2010; Sursock, 2015).
En el ámbito europeo, en las últimas décadas se han desarrollado marcos estratégicos para la internacionalización de la educación superior tales como el Proceso de Bolonia (1999), la Estrategia de Lisboa (2000) o la Estrategia Horizonte 2020 (2009). Estos, han marcado las pautas que promueven la proyección internacional de enseñanzas de excelencia, facilitan la movilidad de profesores y estudiantes y fortalecen las relaciones con universidades dentro y fuera del ámbito europeo.
A nivel nacional, el Ministerio de Educación publicó en 2014 la Estrategia para la internacionalización de las universidades españolas 2015-2020 . En ella, se enfatiza la necesidad de fomentar el aprendizaje de lenguas extranjeras y de aumentar la oferta de docencia bilingüe, especialmente en inglés. Como resultado de una serie de factores políticos, económicos e históricos ampliamente estudiados, este idioma juega un papel relevante como lengua internacional para la comunicación científica.
El inglés en la universidad
En el contexto de la educación terciaria, la llegada del inglés ha traído un debate considerable sobre los retos y consecuencias que éste presenta tanto para aquellas instituciones de habla no inglesa como para los individuos y el desarrollo de sus deberes académicos. Algunos de los temas más estudiados por los científicos tratan sobre percepciones y actitudes hacia el plurilingüismo en la educación superior. También abordan el avance del inglés como lengua de comunicación científica y de difusión de conocimiento en la comunidad científica. En la sociedad en general, se plantea la relación existente entre el inglés y las lenguas locales, o los retos encontrados en la docencia bilingüe (Dimova et al., 2015; Ferguson et al., 2011; Hamel, 2007).
Un análisis exhaustivo de las políticas de internacionalización de las universidades españolas señala a la movilidad y la educación como las principales áreas de acción. Además, en ambos casos tanto el inglés como otras lenguas extranjeras son claves, lo que apoya las reivindicaciones previas de la literatura científica sobre el papel predominante del inglés como la lengua de internacionalización en la educación superior.
La internacionalización lingüística se asocia frecuentemente con dos ideologías predominantes, una en que el inglés ofrece una mayor visibilidad internacional y funciona como herramienta para atraer audiencias internacionales y otra que genera un discurso proteccionista con respecto a las lenguas locales y un compromiso hacia la adquisición de la competencia plurilingüe, acciones que recaen en la gestión y planificación lingüística de las universidades. De esta forma, la presencia del inglés en la universidad es una consecuencia clara de la internacionalización, la comunicación internacional, la competitividad internacional, el prestigio institucional, y los objetivos europeos de fomentar la competencia plurilingüe de los ciudadanos.
10 consejos para la internacionalización lingüística
Escribir e interactuar correctamente en inglés fortalece la competitividad del país a través de la participación en la comunidad científica internacional, permite ofertar docencia bilingüe, dar a conocer los avances científicos en publicaciones internacionales o intercambiar ideas en congresos. Estos son solo algunos ejemplos que muestran la importancia de ser competente en más de una lengua en el contexto universitario y a su vez plantean ciertos retos en materia de internacionalización lingüística.. A continuación, se presentan una serie de recomendaciones basados en un estudio a nivel europeo y nacional de internacionalización y política lingüística de las universidades (Villares Maldonado, 2019).
COMPROMISO INSTITUCIONAL
La presencia de políticas institucionales escritas demuestra un claro compromiso y apoyo deliberado por parte de los responsables universitarios. Estos documentos son una herramienta esencial tanto para coordinar las acciones de internacionalización que se desarrollan en la universidad como para controlar su implementación de forma sistemática. En otras palabras, la existencia de un plan que integre una dimensión internacional e intercultural en las áreas estratégicas de enseñanza, investigación, administración y servicios de apoyo ayuda a acortar la distancia entre los objetivos institucionales y la realidad de la universidad. En definitiva, son documentos escritos que guían y muestran la implementación de la internacionalización a los stakeholders.
COLABORACIÓN
La presencia de diferentes actores institucionales (docentes, personal administrativo, estudiantes, directivos, expertos) involucrados con la internacionalización ayuda a crear un espacio donde diversas propuestas y puntos de vista se comparten, lo que indica un interés en la materia transversal e integrador.
Una estrategia de éxito será aquella aceptada por todos los participantes involucrados y con un liderazgo claro por parte de los equipos rectorales.
MOVILIDAD Y DOCENCIA
Las líneas de acción principales de internacionalización en el contexto español se refieren a la enseñanza y la movilidad, especialmente a través del programa Erasmus y la introducción del inglés como lengua vehicular en la docencia. En el caso de la movilidad hay una gran apuesta gracias a todos los servicios creados a su alrededor para facilitar la movilidad entrante y saliente, pero en el caso de la docencia bilingüe todavía hay que trabajar en este aspecto. La descripción de las estrategias educativas suele ser bastante genérica y no detalla en qué consiste internacionalizar los grados (¿usar solamente el inglés?, ¿en todas las disciplinas?, ¿internacionalización del currículo? ¿digitalizar las enseñanzas?). Como resultado, sería recomendable que las políticas de internacionalización fueran más explícitas en este aspecto y promovieran iniciativas diversas.
COMBINACIÓN DE LENGUAS PARA LA INTERNACIONALIZACIÓN
El inglés mantiene el estatus más alto como lengua de internacionalización que además sirve para la empleabilidad, la movilidad y la excelencia mientras que el rango de uso del español está más limitado a un contexto regional y otros países hispanohablantes. Sin embargo, la combinación de ambos idiomas surge como una sinergia poderosa que conecta diferentes perfiles de personas, instituciones y compañías con las universidades españolas. Es importante recordar que su uso complementario puede aportar un valor añadido que incremente la presencia internacional de las universidades españolas.
PLANIFICACIÓN LINGÜÍSTICA
Un plan de lenguas coherente para la internacionalización lingüística comienza con un diagnóstico inicial de las prácticas y actitudes lingüísticas en la universidad para identificar las áreas problemáticas y recursos disponibles.
Este análisis ayuda a entender el perfil lingüístico de la universidad y a diseñar estrategias acordes a las necesidades y objetivos de las universidades. Además del contexto sociolingüístico de cada universidad y de las políticas supranacionales y europeas, también influyen las ideas que se incluyen en los documentos. De este modo, se espera que promuevan discursos sobre el valor instrumental del inglés para la globalización, inserción laboral y prestigio, pero también discursos que enfaticen el valor del multilingüismo para los hablantes en forma de valores interpersonales, identidad y cultura, cognición o creatividad.
GESTIÓN DE LA DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA
Considerando la idiosincrasia sociolingüística de las universidades españolas, un enfoque complementario de multilingüismo funcional parece ser el más apropiado en términos de recursos físicos, humanos y lingüísticos a largo plazo. Es importante recordar, sin embargo, que la regulación de prácticas lingüísticas no puede ni debe cubrir el total de interacciones que ocurren en la universidad. Esta debe proveer un marco de uso para las lenguas de trabajo y contextos formales lo suficientemente específicos para que los usuarios puedan usarlo como guía, pero siempre dejando espacio para la adaptación a los hablantes.
EXPECTATIVAS LINGÜÍSTICAS
Debemos reflexionar sobre qué consideramos “buen o mal inglés”, cuáles son nuestras necesidades comunicativas, decidir si queremos seguir un modelo de habla nativo o un enfoque de lengua franca. ¿Preferimos la corrección nativa o un buen uso de los recursos lingüísticos? ¿Una evaluación estandarizada o una diversificación de métodos evaluativos dependiendo de los usos generales, académicos, profesionales o específicos? Reflexionar sobre estas cuestiones es necesario antes y durante el diseño de una política lingüística de calidad que se adapte a las particularidades, objetivos y necesidades de cada universidad.
FORMACIÓN LINGÜÍSTICA
La formación en lenguas aparece como un área clave de la política lingüística como resultado de la docencia en inglés y la necesidad de ser competente en varias lenguas. Esto se traduce en la creación de planes de intervención lingüística y la distribución de recursos dirigidos a estudiantes, docentes y personal de administración que se ajuste a sus necesidades específicas.
Actualmente hay un gran número de iniciativas centradas en la competencia lingüística general, pero se debe mejorar la oferta y diseño de cursos específicos para la competencia oral y escrita en contextos académicos y profesionales, y ofrecer un seguimiento continuo que apoye el desarrollo de las personas que participan en docencia bilingüe.
APOYO LÍNGÜÍSTICO
Una infraestructura institucional fuerte que proporcione apoyo lingüístico y oportunidades de uso de las lenguas a su personal y estudiantes es decisiva para aumentar la participación en iniciativas de este tipo y mejorar la competencia y la confianza en sus habilidades lingüísticas. La creación de servicios de apoyo, por lo tanto, es clave. Estos servicios trabajan en colaboración con expertos de lenguas y departamentos de lenguas que ofrecen formación y supervisión en tareas diversas tales como la traducción y revisión de documentos y materiales, la creación de recursos para la escritura académica o la coordinación de iniciativas que reivindiquen el valor tanto de las lenguas extranjeras como de las locales.
DIFUNDIR Y COMUNICAR
Crear una estrategia de comunicación efectiva es vital para el éxito de la internacionalización lingüística. Un problema que se suele detectar en la implementación de las políticas institucionales es la falta de información que llega a los individuos sobre las iniciativas, oportunidades, eventos y resultados de internacionalización y lenguas. Así pues, una estrategia efectiva de difusión a través de campañas informativas aumentará el nivel de participación de la comunidad universitaria en estas iniciativas.