La Universidad y la enseñanza en comunicación: una conversación pendiente

Me encuentro frente a la página vacía que tengo que transformar en un artículo para Univerdad , y no se me ocurre cómo empezar… ¡Justo de eso trata este artículo!

Trata de la comunicación, una de las habilidades más indispensables durante toda nuestra vida, y que caracteriza al humano por tener la versión más compleja, al menos que nosotros sepamos, de todo el reino animal.

No importa el ámbito del que provengas, prácticamente todo el mundo ha tenido que enfrentarse a una entrevista de trabajo, ha tenido que debatir en la cena de navidad o se ha encontrado frente a un grupo de personas con un PowerPoint a su espalda. Más concretamente y en lo que nos atañe, la comunicación constituye la piedra angular en diversas situaciones a las que los estudiantes universitarios tendrán que enfrentarse en el futuro: un pitch para reclutar inversores para tu start-up, el diseño de una presentación de los resultados del primer trimestre, la clase que como docente quieres dar a tus alumnos sin perder su interés, el artículo científico con el que culmina el proyecto de investigación al que has dedicado tanto tiempo…, o el artículo que quieres escribir para el blog sobre la Universidad española que admiras.

En definitiva, la capacidad comunicativa parece ser una cualidad esencial hoy en día. Es por ello por lo que me surge la siguiente pregunta:

¿Qué papel tiene la Universidad española en cuanto a la educación en comunicación actualmente?

Una conversación pendiente

Mirando planes de estudio de diferentes grados universitarios en España, se aprecia la práctica común de que no exista ninguna asignatura centrada en el desarrollo de habilidades comunicativas en los mismos, excepto si el grado tiene alguna vinculación directa con la comunicación, como en estudios de periodismo o de comunicación audiovisual.

Esto parece sorprendente, siendo el espíritu central de la Universidad la transmisión efectiva de conocimiento, y vistas las cualidades que están vinculadas con la comunicación.

En primer lugar, la comunicación efectiva requiere del pensamiento crítico, la capacidad de analizar, evaluar y sintetizar información de manera objetiva y reflexiva. Al comunicarnos, debemos ser capaces de comprender y evaluar los argumentos presentados, identificar sesgos, fallas lógicas y manipulaciones retóricas. El proceso de comunicación nos obliga a cuestionar, indagar y construir ideas basadas en evidencia.

La retórica y la empatía son otras habilidades que se desarrollan en el proceso de comunicación. La capacidad de influir y persuadir a los demás requiere de la habilidad para presentar argumentos sólidos y convincentes, además de la capacidad de ponerse en sus pies.

Al comunicarnos de manera persuasiva, aprendemos a analizar y seleccionar las mejores evidencias, a adaptar nuestro discurso al público objetivo y a utilizar estrategias efectivas de convicción.

Estas habilidades son valiosas no solo en contextos de negocios o política, sino también en nuestra vida diaria.

Adicionalmente, en la sociedad en la que vivimos, donde existe un acceso a una cantidad ilimitada de información y contenidos, opiniones, y donde la desinformación ha encontrado el caldo de cultivo perfecto, el desarrollo de estas capacidades toma especial importancia.

 Un cambio necesario

Esta falta de enseñanza tiene sus consecuencias, y se ve reflejada en una diferencia entre la demanda del mercado laboral y las habilidades adquiridas por los egresados universitarios.

Laia Lluch y compañía, en su estudio sobre las competencias profesionales de los egresados universitarios, contrastó la importancia que le daban los empleadores y los nuevos egresados universitarios en diversos campos a una serie de competencias clave. Mientras que los empleadores, independientemente del ámbito de su trabajo, situaron la capacidad de comunicación oral y escrita como su primera prioridad, los egresados colocaron esa misma competencia en cuarto lugar de las 7 posibles competencias clave. Por tanto, parece que la Universidad española no está dando la importancia que el desarrollo comunicativo de sus alumnos pueda merecer, reduciendo la posible empleabilidad de sus egresados.

Existen más artículos que denuncian esta desigualdad, y cabe destacar que incluso la ANECA, en su último informe de autoevaluación universitaria en materia de empleo y empleabilidad, reconoce la necesidad de un mayor desarrollo de las llamadas habilidades transversales en el ámbito universitario. Estas habilidades transversales, que incluyen las de comunicación, son reconocidas además como altamente valoradas en el mercado laboral según este mismo informe.

En mi opinión, esto no es solo importante para aquellos que están buscando un hueco en la empresa privada, sino que se trata de un apartado fundamental para aquellos que finalmente se integren en el ecosistema universitario español. Existen estudios que evidencian la necesidad de la interacción comunicativa entre profesores y alumnos, concretamente la escucha empática, para alcanzar una excelencia visible en la docencia universitaria. Al mismo tiempo, estas habilidades son vitales en el desempeño de los investigadores, cuyos proyectos comúnmente tienen como producto final artículos científicos o comunicaciones orales en congresos.

¿Cómo puede mejorar la universidad en la educación comunicativa?

Actualmente, la educación en este aspecto en la universidad es mayormente pasiva.

Se hacen trabajos en grupo, exposiciones y presentaciones, y con cada una de ellas, el alumno va adquiriendo ciertas habilidades comunicativas. Sin embargo, en muchos casos no se cubren todas las modalidades de comunicación ni siquiera en los 4 años de grado, ni se da ningún tipo de lección específica con respecto a la misma. Esta competencia compleja se beneficiaría de un modelo de educación activa, en el que una posible asignatura recorriera las diferentes modalidades de comunicación a los que los alumnos se enfrentarán en el futuro: comunicación verbal, tanto oral como escrita, comunicación no verbal, comunicación gráfica…

Los programas de movilidad internacional, tanto de estudio como de prácticas, también están muy vinculados al desarrollo de las habilidades transversales, como viene expuesto en el mencionado informe de la ANECA. En promedio, los y las estudiantes Erasmus tienen mejores habilidades de empleabilidad después de una estancia en el extranjero. Así, el 81% de tales estudiantes Erasmus perciben una mejoría en sus habilidades transversales cuando regresan, y el 52% considera que la mejora de sus habilidades es mayor de lo que esperaban antes de ir al extranjero. La tasa de desempleo de los y las estudiantes Erasmus cinco años después de la graduación es un 23% menor. Por tanto, parece que sería una buena idea impulsar este tipo de iniciativas entre los alumnos universitarios para promover una mejora indirecta de su capacidad comunicativa.

Un parche comunicativo en iniciativas privadas y públicas

No quiero terminar el artículo sin mencionar antes ciertas iniciativas que existen en España que promueven la adquisición de habilidades comunicativas, que creo que hacen un gran favor a los jóvenes que se interesan por este campo de forma temprana:

  • Programas de educación de la Fundación La Caixa, que incluyen programas de comunicación para alumnos de bachillerato y de estudios universitarios.
  • Trivulg@ando, una iniciativa de la asociación Residencia de estudiantes, en la que se da voz a divulgadores de referencia para aportar referencias a futuros posibles investigadores.
  • Diversos premios en comunicación organizados por entidades públicas, como los Premios de Comunicación e Innovación en Medios Digitales de la Universidad de Granada, o los Premios de Ciencia en Español convocados por la Comunidad de Madrid
  • Foro de Foros, que se define como un foro de pensamiento, debate y aprendizaje intergeneracional. Entre otras muchas iniciativas que fomentan la comunicación entre los jóvenes, destacar su Debate entre Generaciones o la mentoría Give & Take.
  • Premios Jóvenes Divulgadores, con los que en años pasado desde la Facultad Invisible y Celera llevaron tanto a jóvenes investigadores de toda España a mostrar sus resultados de una forma atractiva, rigurosa y divulgativa, como a estudiantes de grado de cualquier campo a través de un programa de educación en comunicación para la generación de contenido divulgativo.

En definitiva, las habilidades comunicativas son vitales en nuestra sociedad actual y desempeñan un papel fundamental en muchos ámbitos, dentro y fuera de la Universidad. A pesar de su importancia, la Universidad española enfrenta desafíos para adecuar su formación para los estudiantes en este campo.

Ojalá las instituciones educativas aborden este problema mediante la incorporación de formación específica, estrategias de enseñanza efectivas y el impulso de programas de prácticas y movilidad extranjera, y al final acabemos entendiéndonos todos mejor.

 

Comentarios
  1. […] Enlace a la publicación original […]

  2. […] que una vez estuvimos en su misma tesitura, mutatis mutandis, y no hace mucho. Como señalaba Martín Carrasco recientemente en el […]

  3. Oscar Castillo H dice: 29/09/2023 a las 22:57

    Considero que la falta de competencia en comunicación se debe a la falta de capital semántico de los jóvenes , ya que no tienen el habito de la lectura y escritura .La escuela nos les dio la estructura y la familia tampoco.


¿Y tú qué opinas?