El rendimiento académico mejora desde la implantación del grado
En el curso académico 2014/2015 se cumplen cinco años de la implantación de las enseñanzas de grado y, en consecuencia, para la mayoría de las titulaciones cuya duración curricular es de cuatro años, se ha completado el proceso formativo y se ha iniciado un nuevo ciclo. Esta circunstancia, nos permite realizar una evaluación completa y objetiva de los datos correspondientes a la trayectoria académica seguida por los alumnos que han cursado las enseñanzas universitarias en el modelo del Espacio Europeo de Educación Superior. La principal conclusión que puede extraerse es la de la consolidación de la mejora observada en el rendimiento académico de todas y cada una de las cinco ramas enseñanza que engloban al conjunto de las titulaciones de grado.
El rendimiento académico (créditos aprobados/créditos matriculados), registrado por los alumnos de nuevo ingreso y por el total de los alumnos matriculados en las enseñanzas de grado en los centros universitarios públicos ha marcado desde el curso 2010/2011 una tendencia de clara mejoría en relación con los registros representativos de los alumnos de enseñanzas de diplomatura y licenciatura. Concretamente, los datos de rendimiento académico del curso 2014/2015, correspondientes al total de la matrícula de los alumnos de enseñanzas de grado en centros públicos propios, muestran una variación positiva del 23% con relación al valor medio alcanzado en el curso académico 2008/2009, último curso en el que prácticamente todos los alumnos estaban matriculados en titulaciones de diplomatura y licenciatura.
Cuadro 08: Universidades públicas y privadas presenciales. Detalle por rama de enseñanza de la tasa de rendimiento académico de las titulaciones universitarias de grado de los alumnos matriculados en centros propios. Cursos académicos 2008/09, 2010/11, 2013/14 y 2014/15.
La mejora registrada en la tasa de rendimiento académico ha permitido reducir de 20,1 a 9,4 puntos la brecha que se observa en las cifras identificativas de los centros de universidades privadas y públicas en los años 2008 y 2014, respectivamente. Por ramas de enseñanza, las titulaciones de Ingeniería son las que en menor medida han estrechado diferencias (7,7 puntos), mientras que las titulaciones del ámbito de Ciencias de la Salud, con una reducción de 10,9 puntos, ofrecen en el curso académico 2014/2015 tasas de rendimiento académico plenamente equiparables.
Sin embargo, los progresos observados en los rendimientos académicos de las titulaciones de la rama de Ingeniera han sido, en el caso de las universidades públicas, notablemente inferiores a los experimentados por el resto de las enseñanzas, con lo que permanecen las diferencias que ya se venían registrando entre las titulaciones de la rama de Ingeniería y las restantes titulaciones universitarias. La menor presencia de la mujer en la matrícula de las titulaciones de Ingeniería, es, sin duda, una de las claves que puede ayudarnos a explicar la persistencia de esta brecha.
Durante las próximas semanas, presentaremos más datos en relación al rendimiento académico que permiten hacer diagnóstico a nivel de titulación, rama de enseñanza e instituciones.