Títulos universitarios internacionacionalizados: ¿es posible en pandemia?
“Vivimos en un mundo globalizado”. Ésta es una frase que escuchamos periódicamente y una realidad que en plena pandemia se ha hecho más patente que nunca. Los escenarios locales no son escenarios aislados y están relacionados con los desafíos y las oportunidades a nivel mundial. Nuestro día a día, está fuertemente marcado por las tendencias internacionales, seamos o no conscientes de ello en nuestras actividades cotidianas.
Si trasladamos esta reflexión tan evidente al contexto universitario, nos podemos hacer las siguientes preguntas; ¿estamos preparando a nuestros estudiantes para desenvolverse en esta sociedad global? ¿les estamos dotando de las herramientas necesarias para su desarrollo como ciudadanos globales y como profesionales en un entorno mundial de cambios acelerados?
Competencias internacionales e interculturales
En este contexto, no resulta razonable que un graduado universitario (independientemente del nivel de estudios – Grado, Máster o Doctorado-), no cuente con unas competencias internacionales o interculturales mínimas, ya sean transversales y, por tanto, le sirvan para actuar como un ciudadano global comprometido, o de tipo técnico, que le permitan agregar valor a su actividad profesional.
Por ello, no parece aceptable que los programas de estudios (universitarios en este caso) no incluyan de manera extensiva y explícita competencias internacionales o interculturales entre los aprendizajes que un graduado debe haber conquistado durante su paso por la universidad.
Sin hacer un estudio exhaustivo, y sólo mediante una búsqueda rápida en internet (pudiendo haber bastantes excepciones), parece que las competencias internacionales e interculturales incluidas en los Grados españoles se centran en las capacidades de investigación o de trabajo en un contexto internacional, capacidad de aplicar contenidos técnicos a un contexto internacional, en competencias lingüísticas y en la cooperación y solidaridad internacional.
Sin embargo, éstas serían muy escasas. El proyecto europeo Erasmus Skills establece que las competencias internacionales e interculturales se componen de conocimientos, habilidades y actitudes en los siguientes ámbitos: identidad europea y ciudadanía global, conocimiento cultural, habilidades sociales, actitudes de curiosidad/apertura, conciencia disciplinaria, comunicación en diferentes idiomas, adaptabilidad al cambio, trabajo en equipo en entornos diversos, planificación y organización y, por último, creatividad.
Una metodología para incluir estas competencias en los programas de estudio universitarios
La Universidad de Gante ha propuesto, dentro del proyecto europeo Erasmus Skills, una metodología de internacionalización del currículo de los títulos universitarios. Se trata de una metodología que contempla:
- Una primera fase consultiva para la definición de una visión de internacionalización del título universitario correspondiente y de las competencias internacionales e interculturales que sus estudiantes deben desarrollar;
- Una segunda fase de implementación de oportunidades de aprendizaje de dichas competencias y de evaluación para medir si efectivamente los estudiantes las han adquirido.
La aplicación de esta metodología supone pasar de un enfoque de la internacionalización como un fin en sí misma a la internacionalización como motor de la calidad educativa, beneficiando tanto a los estudiantes como a la propia institución universitaria. En primer lugar, implica hacer explícito el valor que la internacionalización añade a un programa de estudios, y permite extender estos aprendizajes a todos los estudiantes (independientemente de que el contexto sanitario o su situación económica y personal le permita participar en un programa de movilidad internacional). Pero también significa incluir a (casi) todo el PDI en los debates internos de internacionalización.
Igualmente, este ejercicio mejora la transparencia al hacer explícitos los aprendizajes en competencias internacionales e interculturales, y crea un “lenguaje común” que facilita la comunicación, por ejemplo, en contactos con colegas extranjeros en el marco de la movilidad), y como tal, ofrece oportunidades para la cooperación (internacional) y la evaluación comparativa. De hecho, el concepto de competencias internacionales e interculturales se utiliza cada vez más como un elemento central en diferentes marcos internacionales que se centran en la calidad de la internacionalización, como por ejemplo el marco generado para la definición del Certificado de Calidad en Internacionalización del Consorcio Europeo de Agencias de Acreditación (ECA).
Internacionalización en casa (internationalisation@home)
Tras definir la visión de internacionalización y traducirla en competencias a alcanzar realistas, específicas y mensurables (para su posterior evaluación), quizá el mayor desafío consista en conseguir desarrollar experiencias de aprendizaje suficientes para logar que todos los estudiantes las adquieran.
Pareciera que este objetivo es ahora más difícil de alcanzar que nunca, pues como ya se apuntaba en este blog, en julio de 2020, la pandemia ha traído una fuerte caída de las movilidades de corto plazo, y ha puesto de manifiesto que éstas “pueden ser arriesgadas por razones sanitarias y jurídicas, y costosas, por las complicaciones ocasionadas para estudiantes y universidades”.
No obstante, esta situación no ha hecho más que extender a todo el cuerpo estudiantil una realidad que ya aplicaba a muchos estudiantes previamente a la pandemia: muchos estudiantes no participaban en una experiencia de movilidad internacional por motivos económicos o personales, o simplemente porque carecían de la orientación/motivación necesaria para hacerlo.
Así, para hacer posible que los estudiantes desarrollen competencias internacionales e interculturales de forma generalizada y reconocible dentro de sus estudios universitarios, habrá que optar por formas de movilidad híbridas y de internacionalización en casa, así como incluir/reforzar la dimensión internacional en los planes de estudios.
No parece oportuno incluir aquí una explicación en profundidad de estos tipos de movilidad alternativos. Sin embargo, en su estudio, el equipo de la Universidad de Gante incluye amplia información sobre buenas prácticas y posibilidades de aplicación de estos tipos de movilidad alternativa. En el contexto actual, estas iniciativas abren el abanico de oportunidades a los estudiantes universitarios deseosos de socializar también internacionalmente, y ofrecen importantes experiencias de aprendizaje.
Muchas gracias por esta entrada, muy acertada y muy necesaria. Comparto tanto el analisis como las sugerencias. Ojalà se aproveche para actualizar la politica de educacion superior del pais, los procedimientos de acreditacion y las estrategias de las universidades.