Universidad y formación profesional: ¿nuevos retos que abordar?
Acabamos de pasar por el proceso de Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU). Miles de estudiantes en todas las Comunidades Autónomas se encuentran gestionando sus preinscripciones en diferentes titulaciones y universidades. Antes de dar este paso, tanto estudiantes como familias, tienden a pensar que, finalizada la etapa de bachillerato, las titulaciones universitarias son la mejor opción para continuar la trayectoria académica. Sin embargo, va ganando más peso los grados superiores de formación profesional, que además se han incorporado dentro de la oferta de estudios universitarios en un gran número de universidades privadas y centros adscritos a universidades públicas.
Hasta hace poco tiempo, los estudios de formación profesional en España quedaban relegados a un segundo plano dentro de los estudios superiores. No obstante, en los últimos años, se está posicionando como una palanca de cambio para abordar los nuevos retos económicos y sociales a los que nos enfrentamos. Tanto instituciones sociales como políticas, nacionales e internacionales, se están alineando para abordar un proceso de modernización y mejora de los estudios de formación profesional en general, y de los grados superiores, en particular.
La formación profesional en la política educativa
En el ámbito de política educativa nacional, se han diseñado diferentes actuaciones nacionales, que han puesto el foco en el desarrollo y modernización del sistema educativo de formación profesional. Estas actuaciones se han concretado a través del I Plan Estratégico de la Formación Profesional, aprobado en diciembre de 2019, en el desarrollo del Componente 20 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), presentado en abril de 2021, y en la aprobación de la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de Marzo, de Ordenación e Integración de la Formación Profesional (LOFP).
La evolución temporal de las cifras de estudiantes matriculados/as dan una idea de los cambios que se están produciendo a nivel normativo y social. Los datos de matrículas en los estudios postobligatorios (Gráfico 1) muestran que en la última década, la formación profesional de grado superior (FPGS) ha aumentado un 72,2%. En los grados universitarios se han reducido en un 7,1%. El último dato disponible muestra que 565.851 estudiantes se matricularon en FPGS y, más del doble, 1.333.567 estaban matriculados en grados universitarios. Estas cifras, cinco años antes eran de 413.169 y 1.290.346 respectivamente, lo que ha supuesto un crecimiento del 37% para la formación profesional y el 3,3% para los grados universitarios.
Gráfico 1. Nº matrículas en estudios postobligatorios: bachillerato, formación profesional de grado superior (FPGS) y grados universitarios. 2012-2023.

Fuente: elaboración propia a partir de Estadísticas del Ministerio de Educación y Formación Profesional.
El peso de la FPGS sobre el bachillerato casi se ha duplicado en la última década pasando de un valor del 47,5% en el curso 2012-13 hasta el 82,3% en 2022-23. Aunque se tendría que afinar la forma de cálculo, nos da una idea del cambio que se está produciendo en nuestra sociedad.
La relación entre el sistema universitario y el de formación profesional en la LOFP
En la estructura del sistema educativo español hasta la incorporación de la LOFP y en la actual ley educativa (LOMLOE), organizada por etapas, las enseñanzas de formación profesional y universitarias conviven de forma independiente.
A su vez, existe la posibilidad de acceso a las titulaciones universitarias a través de los grados superiores de formación profesional. Este acceso se realiza participando en el proceso de selección con la nota media de su expediente (con calificación máxima de 10), y esta calificación puede mejorarse realizando la parte voluntaria de la EvAU para alcanzar una puntuación máxima de 14, como si se accediese a través de los estudios de Bachillerato.
Esta relación entre el sistema universitario y el de formación profesional no es nueva, y hasta ahora, no era habitual encontrar otras vías de colaboración. Sin embargo, la LOFP, en su título V, declara que esta ley establece las bases para la relación entre la formación profesional de grado superior y los estudios universitarios.
Dentro de sus objetivos (artículo 6) se pretende reforzar la relación y cooperación entre ambos sistemas, para mejorar el valor social de la formación profesional y contribuir en la reducción del abandono escolar temprano sin cualificación profesional que garantice un nivel de empleabilidad acorde a un desarrollo económico sostenible.
Formas de relación entre la formación profesional y las enseñanzas universitarias
Tanto de forma específica como transversal, la LOFP recoge diferentes formas de relación entre la formación profesional y las enseñanzas universitarias (artículo 49):
- El reconocimiento mutuo de créditos ECTS entre las enseñanzas de formación profesional de grado superior y los títulos oficiales de Grado para facilitar el establecimiento de itinerarios formativos que reconozcan la formación previamente adquirida en ambos sentidos; y
- La colaboración entre centros que impartan enseñanzas de formación profesional de grado superior y universidades para desarrollar nuevos modelos de relaciones, con el fin de generar trasferencia de conocimiento y experiencia, crear innovación y optimizar recursos, y desarrollar proyectos de actuación conjuntos generando entornos integrados de trabajo entre las diferentes enseñanzas de la educación superior.
Para esta colaboración se prevén formalizar convenios que permitan la incorporación en los currículos de partes de módulos o de materias correspondientes a las otras enseñanzas en forma de complementos formativos, colaboración puntual de equipos docentes o el uso ocasional de las respectivas instalaciones. En cualquier caso, la relación entre ambas enseñanzas respetará el principio de que cada enseñanza se imparta en cada centro, dependencia y diferenciación de los respectivos centros, así como la competencia de éstos sobre su alumnado, profesorado y propuesta o concesión de títulos.
¿Qué opciones plantea la LOFP para trabajar de forma conjunta con las universidades?
La LOFP hace referencia a diferentes aspectos relacionados con los contenidos académicos, con la formación del profesorado y con vías de desarrollo de la innovación y la investigación. En concreto, la ley recoge:
- En relación a los contenidos de los ciclos formativos, ambas administraciones educativas podrían autorizar el diseño de módulos optativos en los grados superiores de FP que faciliten a estos estudiantes la posterior entrada al sistema universitario (art. 45.b).
- El reconocimiento y convalidación de créditos entre cursos de especialización de grado superior de FP y títulos de grado universitario (art. 54).
- Crear innovación científica y empresarial de forma conjunta entre ambas instituciones, incluyendo como actor al tejido empresarial (art. 79.5.d).
- En relación con la formación permanente del profesorado y del personal formador de formación profesional, se podrán desarrollar acuerdos con universidades y otras instituciones especializadas para mejorar la calidad de esta formación (art. 87.4).
Desarrollo de la Ordenación del Sistema de Formación Profesional, según el Real Decreto
El Real Decreto 659/2023, de 18 de julio, desarrolla la Ordenación del Sistema de Formación Profesional aumenta el nivel de detalle de estas nuevas colaboraciones y actuaciones que van a posibilitar una mayor conexión.
Una novedad interesante se recoge en el artículo 130, Reconocimiento entre el Sistema de Formación Profesional y sistema universitario, en su apartado 2, señala que el reconocimiento entre enseñanzas de formación profesional de grado superior y enseñanzas universitarias será mutuo. Se producirá para cursar estudios universitarios de grado cuando se posea un título de técnico o técnica superior de formación profesional, así como para cursar un ciclo formativo de grado superior cuando se posea un título universitario de grado. En este caso, si los títulos tienen una relación directa (pertenecen a las familias profesionales de formación profesional o los ámbitos de conocimiento universitario), se garantizará un reconocimiento de la carga crediticia total, en el conjunto de módulos de la parte obligatoria del currículo en el caso de formación profesional, o materias de carácter básico, obligatorio y optativo, en el caso de enseñanzas universitarias de grado.
Además, si se cuenta con una titulación de un Máster Profesional con relación directa, se contemplará un reconocimiento de 15 créditos ECTS adicionales. Así mismo, en el caso de que la persona con Grado universitario disponga de un título de Máster vinculado a su especialidad podrá obtener el reconocimiento de 8 créditos ECTS suplementarios.
¿Estas relaciones entre Formación Profesional y Universidades también se recoge en la Ley Orgánica del Sistema Universitario?
Tanto la LOFP como la Ley Orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario (LOSU), han sido diseñadas y aprobadas en un periodo muy cercano en el tiempo, aunque por Ministerios diferentes.
Sería de esperar, que el amplio desarrollo de posibles relaciones entre ambos sistemas recogido en la LOFP, pudiera tener un reflejo similar en la nueva ley de universidades. Sin embargo, en la LOSU solo aparecen dos referencias a la formación profesional.
La primera, aparece en la Exposición de Motivos, parte II, indicando que en la Ley “se establecen fórmulas de transferencia y conexión entre la formación profesional superior y la Universidad al servicio de los procesos de actualización laboral y personal del conjunto de la población”. La segunda se incluye en el capítulo VIII, en el artículo 31.3, en relación con el derecho al acceso a la universidad del estudiantado que ha titulado en formación profesional, y dirigiendo a lo dispuesto por la Ley Orgánica 2/2006 , de 3 de mayo, de Educación, y por el resto de las normas de carácter básico que le sean de aplicación.
La división de competencias ministeriales, junto con otros factores sociales, normativos y organizacionales, pueden obstaculizar los avances previstos en la colaboración entre ambos sistemas.
Si no hay una visión común y una estrategia unificada, aparecerán iniciativas individuales y fragmentadas, como han surgido durante la última década, perdiéndose la oportunidad de aprovechar el valor añadido específico de cada sistema para crear espacios de colaboración donde el alumnado sea beneficiado con una mejor y más completa formación para integrarse en el mercado laboral y en la sociedad.