De la fuga de cerebros a los intentos de retorno: algunos problemas de la carrera científica en España

Ciro Cabal es un biólogo español de 36 años. Cuando acabó la carrera, su vocación era hacer el doctorado, pero al no conseguir ningún contrato predoctoral se puso a trabajar de camarero sin dejar de buscar una oportunidad. Esa oportunidad se la dieron en la Universidad de Princeton, en uno de los departamentos de ecología más prestigiosos del mundo. Una vez más, “el talento” que no es reconocido en España, encuentra refugio en otro país. Ciro se ha hecho más conocido recientemente, porque es protagonista de una portada de Science. Y esto ha devuelto el debate a los medios. “¡Cómo es posible que esto pueda ocurrir!”. Desgraciadamente ha ocurrido, ocurre cada día y, si no cambiamos las cosas, seguirá ocurriendo.

La fuga de cerebros en España

Ciro es uno de los miles de investigadores españoles que tuvieron que salir de España para poder empezar o desarrollar una carrera científica. Investigadores que no encontraron un sitio en nuestro sistema de I+D, pero que sí que fueron valorados y acogidos en sistemas de otros países. ¿Cuántos son? Es difícil de cuantificar, pero si tenemos en cuenta que RAICEX, la asociación que agrupa a los científicos españoles en el exterior tiene más de 4000 afiliados, y que no todos están afiliados, es posible que tengamos una diáspora científica de más de 8000 personas (casi 2000 tienen perfil en Google scholar).

Los motivos de la fuga y los intentos de retorno

La pregunta que debiéramos hacernos por tanto, sería: ¿Por qué se tienen que ir a investigar fuera de España? Y si quieren retornar, ¿por qué no lo hacen? La Sociedad de Científicos Retornados a España (CRE), en el Informe sobre el Retorno e Incorporación de Científicos e Investigadores a España publicado en abril de 2019 analiza esta y otras cuestiones relativas a este colectivo. En las conclusiones, además de enfatizar los múltiples aspectos burocráticos en la carrera científica que ralentizan cualquier regreso, inciden de nuevo en la lacra que supone para este país la endogamia y el sistema funcionarial. También destacan la falta de reconocimiento del valor añadido que representan los doctores con formación académica e investigadora para las empresas. Esto se suma al desconocimiento generalizado del sector privado, la transferencia y el emprendimiento por parte de los investigadores/científicos del sector académico.

Y, mientras tenemos miles de buenos científicos (españoles) en la diáspora, muchos de ellos queriendo volver, en España seguimos con unos sistemas de estabilización en el sistema público de I+D+i embebidos de endogamia. Son pocos los centros de investigación que crecen o se estabilizan basados en la libre concurrencia (y no es casualidad que sean los centros que están consiguiendo distinciones de calidad como, por ejemplo, los sellos Severo Ochoa o María de Maeztu).

La formula es sencilla, contrata talento y el talento obra el milagro.

¿Qué opciones existen para la carrera científica en España?

Muchas comunidades autónomas empiezan a darse cuenta de la rentabilidad que supone atraer talento.  Las primeras fueron Cataluña con ICREA y Serra Hunter y el País Vasco con Ikerbasque.

La FECYT, en su “Researcher career path in Spain at a glance! (5th edition)” tiene una muy buena recopilación de todas las convocatorias de atracción de talento que existen en España. Algunas CCAA tienen ya convocatorias equivalentes a las Ramón y Cajal (RyC) y Juan de la Cierva (JdC) (Canarias, Madrid). Solo Valencia y Galicia (además de las mencionadas Cataluña y País Vasco) tienen convocatorias para captar talento “senior”, cubriendo toda la carrera académica. Junto con RyC y JdC, son convocatorias muy competitivas que están sirviendo para traer a España personas de un altísimo nivel científico que, además, están consiguiendo “grants” del European Research Council. 

La estabilización del talento

Un paso muy importante lo ha dado el Ministerio de Ciencia e Innovación admitiendo en la convocatoria I3 la posibilidad de que “talentos” de convocatorias autonómicas cualificadas puedan pedir dicha acreditación permitiéndoles concursar en los cupos que existen en las ofertas públicas de las universidades.

Pero el “cupo” I3 no es suficiente. Son miles los que quieren volver y nuestro sistema les necesita. En los próximos 10 años se jubilarán más del 40% del personal permanente del CSIC y de las Universidades Públicas (profesores titulares y catedráticos), y habría espacio para la gran mayoría, pero ¿les dejará entrar nuestro sistema?

El problema de la endogamia en la carrera científica española

Los intentos de estabilizar el talento, sin embargo, no son suficientes. Hace no mucho tiempo, hablando con un rector de una universidad pública sobre la endogamia me dijo, textualmente:

 “La endogamia en mi universidad, es una endogamia buena, porque en mi universidad ya tenemos a los mejores”. 

Esta actitud nos llevará a perder miles de personas con talento en las próximas dos décadas. Ahora sería el momento de cambiar. Ahora es el momento de cambiar. O aprovechamos esta situación, o el sistema volverá a congelarse como ya ocurrió cuando las “idoneidades” o las estabilizaciones masivas por convenio colectivo.

Es necesaria una regulación que permita que los concursos de acceso cuenten con comisiones realmente independientes, no nombradas por los candidatos “de la casa”, que admitan una competencia justa y abierta, que permita que cualquier buen talento tenga opciones de estabilizarse.

Opciones como el programa Serra Hunter han abierto el camino. Los investigadores no vendrán si no se les ofrece una carrera académica científica en la que puedan crecer y desarrollarse.

Es el momento de legislar con valentía. Nuestro sistema de I+D+i se merece a los mejores, y estos están por todo el mundo (al menos estadísticamente).

 

Comentarios
  1. Javier dice: 28/12/2023 a las 11:35

    Creo que, junto con los problemas que aquí se señalan, hay otros que también influyen también bastante:

    – ¿Cuáles son los perfiles de las personas a las que se quiere atraer a España? ¿Investigadores juniors o seniors? ¿Con qué países queremos competir por este mismo talento? ¿Se les ofrecen condiciones similares a dichos países (mutatis mutandi) para que España sea competitiva en la captación de talento? ¿O se juega solo la carta de «la morriña» y «estar cerca de la familia»?

    – Sigue sin haber una carrera profesional clara y lógica en España, y que se reconozca como tal en las universidades. Se sigue concibiendo como única puerta de entrada la de Ayudante Doctor, con los sueldos bajos que tienen, pero además no existe la promoción interna, como en los mejores sistemas universitarios, sino que hay que hacer la carambola de «la endogamia buena» de convocar plazas de Titular diseñadas para el candidato que promociona. Por otro lado, investigadores seniors de los programas Ramón y Cajal y Beatriz Galindo siguen siendo considerados «postdocs» por muchas (¿todas?) las universidades, lo que es un sinsentido. En estas condiciones es imposible atraer a gente con un mínimo de experiencia.

    – La burocracia de las convocatorias: cada una suele pedir documentos en formatos muy específicos y laboriosos de preparar, presentarte a la mayoría de plazas exige el pago de una «tasa» (¡pagar por presentarte a un puesto de trabajo! ¡Esto genera escándalos en otros países!), pueden pedir requisitos difíciles de cumplir estando fuera de España (firma digital: si no se tiene, hay que ir a embajada) y en las convocatorias nacionales hay que tener unos acuerdos previos con departamentos y universidades, con los problemas que esto provoca para gente que no tiene fuertes contactos en España.

    – ¿Para cuándo un portal único donde se publiquen todas las convocatorias ligadas a la universidad, con búsqueda por áreas de conocimiento/universidad? ¿Para cuándo ofrecer al menos un mes para presentar la documentación que se pide?

    – Por último: a los equipos de gobierno de las universidades, en general, les da bastante igual quién ocupa una plaza. ¿Que consigue proyectos? Estupendo, más dinero y publicidad positiva. ¿Que no consigue proyectos? Da igual. ¿Que es buen docente? Conseguirá mejor resultado en el Docentia y mejora las estadísticas. ¿Que es mal docente? Da igual. Mientras que no se tenga claros los resultados docentes e investigadores que se debe exigir a cada PDI y no haya consecuencias positivas y negativas para los departamentos/institutos/facultades/universidades que destaquen para bien y para mal, pocos alicientes hay para que las universidades contribuyan a una mejora en los sistemas de captación y promoción de la calidad.

  2. J dice: 31/12/2023 a las 16:39

    Existen sitios bastante endogamicos, pero no son la mayoría. La verdadera razon para no volver son los bajos salarios, la falta de financiacion y la gigantesca burocracia para sacar adelante los proyectos de investigacion. Si se tiene ambición no es sensato volver, y si uno decide volver entonces se renuncia a tener una gran carrera o un sueldo razonable.

  3. J dice: 31/12/2023 a las 16:52

    También es importante recalcar que por estar unos años fuera uno no es un gran investigador. Algunos retornados son excelentes, claro esta, muchos otros son mediocres, y otros simplemente bastante malos. Y los muy buenos tienen menos incentivos para volver. El sistema debe ser selectivo en lo que contrata. Cualquiera que haya gestionado departamentos internacionales lo sabe bien.


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