De nuevo con mi «ex»: amores y desamores de la Universidad
De parejas y de tríos
En el mundo de la política universitaria, nos acabamos de enterar de que Universidad ha vuelto con su ex: Ciencia. Las relaciones entre estos dos personajes son dignas de una gran novela romántica de amores y desamores. Pero no es una historia de dos: entre ellos y con ellos también está de personaje principal Educación, siempre presente, a veces en segundo plano, a veces protagonista. Un trío en el mundo académico tiene su miga (y fuera del mundo académico, también).
Nota: no voy a mencionar a Economía, porque este personaje, en términos amorosos, está lejos de las posibilidades de los otros tres, aunque también se han confirmado ciertos escarceos. Si un trío me parece complicado de gestionar, un cuarteto lo veo solo para la música vocal o de cámara.
Aunque la pareja icónica siempre fue la de Educación y Ciencia, Universidad siempre estuvo en medio. Parece que es el elemento más atractivo del trío. Primero con uno y después con otro. Claro que también podría ser el más difícil de trato, aquel que parece atractivo hasta que empieza a ser molesto. Universidad se ha juntado con Ciencia, en ocasiones, y con Educación, en otras. Nunca Ciencia y Educación han estado juntos (al menos públicamente) sin estar también Universidad por medio.
Y han pasado varias crisis de relación, como la última, en la que cada uno de los tres ha estado por su cuenta. Me imagino el día en el que Universidad le dijo a Ciencia y Educación aquello de «Tenemos que hablar. Necesito un tiempo». Y cada cual se fue a su casa. Ese tiempo pasó y ahora nos felicitamos de que dejen de estar solos y vuelva al menos una de las parejas. Lo sentimos por Educación, pero mantener tríos (por lo que cuentan) no debe ser fácil.
Ciencia, Universidad, Educación
Me apetece pensar que estos problemas de encaje provienen de sus rasgos «genéticos». Ciencia, con su mente analítica y visión de futuro; Universidad, con su sabiduría y profundidad académica, y Educación, aportando una perspectiva más pragmática, centrada en la formación y en las necesidades de los estudiantes. Pero en esta novela, me parece más probable que, como puede suceder en todas las parejas, la rutina y las diferencias hagan mella, llevándolas a tomar caminos separados (de vez en cuando).
Y ahora, ¿qué es lo que ha unido de nuevo a Ciencia con Universidad: el destino o la necesidad? ¿Se han juntado a hablar? ¿Han analizado las ventajas e inconvenientes o se han dejado llevar por la pasión? ¡Solo ellos saben lo que sucede en la intimidad de su relación! A lo mejor son acuerdos de conveniencia simplemente para compartir piso. ¡Quién sabe!
En todo caso, esta reunión de Ciencia y Universidad, como volver con un ex, es interesante, pero con el historial de viejas riñas y desencuentros, no sabemos qué puede pasar. ¿Serán felices?
Por un lado, la unión tiene un punto de esperanzada, promete innovación y avances, como aquellas primeras citas llenas de promesas y proyectos compartidos. Por otro, está el temor de repetir viejos errores, de caer en los que los llevaron a querer independizarse (¡Ups! No sé si se puede usar esta palabra estos días sin que alguien grite. Lo dejo a decisión de los editores).
Y, ¿qué dirá Educación? Imaginemos una cena con estos tres comensales: Universidad hablando de la importancia del conocimiento, Ciencia obsesionada con la innovación, y Educación intentando mantener el enfoque en la enseñanza y el aprendizaje práctico.
Todos tendrán algo de razón y todos podrán discrepar en las prioridades. Entre risas (eso espero), discusiones y planes a futuro, cada uno aportaría lo suyo a esta peculiar relación.
El amor desinteresado y su clave, la comunicación
En esta nueva etapa, Universidad y Ciencia, ahora de nuevo juntos, deberían recordar su historia de desencuentros y enfocar el futuro sin ignorar las causas. Deben aprender a equilibrar sus visiones y necesidades, deben asumir que algo deben cambiar en su forma de actuar. Eso sí, sin olvidarse de que en algún momento han tenido cierto cariño a Educación.
El trío tiene el potencial de ser poderoso, pero solo si aprenden a trabajar juntos, reconociendo sus fortalezas y debilidades. No hace falta que vivan en el mismo piso. Somos muy “modernos” y aceptamos todo tipo de relaciones. Pero deberían hacer cosas juntos porque tienen que cuidar el patrimonio que tienen en común.
Prefiero ver esta historia de amor no como una historia de viejos amantes, sino como una historia de futuro, de colaboración y desafíos.
En el fondo, lo que une a Universidad, Ciencia y Educación es su amor común por el conocimiento, el desarrollo y la mejora del bienestar de la sociedad que los acoge. Como en cualquier buena relación, la clave estará en la comunicación, el respeto mutuo y, por supuesto, tener un poco de sentido del humor para sobrellevar los momentos más complicados. Estaremos atentos a los episodios de esta nueva temporada.
Mas que una relación entre partes separadas, yo apuntaría a una partición artificiosa de un sistema esencialmente único. Un sistema que se encarga del conocimiento de la sociedad, e incluye tanto la creación de conocimiento (investigación, y también artes) y su difusión (educación). Dado que todas estas actividades se nutren unas de otras, sus líneas maestras no no pueden gestionarse de forma independiente. Las universidades son un elemento relevante del sistema, que crea y difunde saberes, pero también otros centros de educación primaria y secundaria lo hacen, a fin de cuentas, la formación que proporciona el Bachillerato afecta crucialmente a las universidades, y muchos desarrollos pedagógicos provienen del diálogo entre universidad y escuela. Todo está interrelacionado.
La lógica dictaría que una gestión eficaz de todos estos órganos requiere un gobierno estratégico conjunto de los mismos, haciendo que las decisiones maestras vayan en la misma dirección. Esto puede hacerse dentro de un sistema eficiente que proporcione cierta autonomía a las partes (un ministerio global para la planificación a largo plazo es compatible con una gestión independiente de las distintas secretarías para implementar decisiones tácticas en el medio plazo, y con otorgar cierta autonomía a cada universidad o escuela y centro de investigación para sus procesos operacionales del día a día).
Lamentablemente, en vez de integrar la dirección estratégica en un único ministerio, los distintos partidos políticos llevan muchas décadas dividiendo y separando las piezas. Desarrollando una lobotomía radical en el cerebro social. Es triste decirlo, pero en su afán por repartir sillas entre acólitos, ignorando los lamentos de las partes. Es una buena noticia que ahora se unan dos de las piezas, pero este paso proviene esencialmente del mismo gobierno por lo que tampoco conviene echar las campanas al vuelo….ya iremos viendo.
La multiplicidad de ministerios, organismos de comunidades autónomas, etc. tiene otras consecuencias perniciosas. En primer lugar, no se hace nada efectivo, dado que resulta imprescindible que muchos políticos (de partidos enfrentados en su discurso e ideología) se pongan de acuerdo.
En segundo lugar, para justificar su existencia, cada equipo político centra su afán en controlar y auditar todo lo que se hace su trozo del sistema (en caso contrario, que iban a hacer?) cada uno de ellos trata de justificar su existencia asfixiando la autonomía de los centros educativos, universidades e institutos que dependen de ellos. Este ahogamiento burocrático extremo genera ineficiencias enormes, dificultades insalvables para las universidades y centros de investigación que no pueden hacer apenas nada por sí mismas….
Me ha encantado el artículo. Con mucha ironía que es como debemos entender los avatares por los que ha pasado el trio.
Enhorabuena, Javier, como siempre muy agudo en tus reflexiones!
Muy acertadas las reflexiones en clave de humor, que como es sabido, permite decir cosas muy serias.
Por cierto, ahí está ese Ministerio de «Educación y Formación Profesional»… debe ser que la FP no es educación. ¯\_(ツ)_/¯
[…] dada la conexión entre las políticas públicas de estos ámbitos (en el blog ya habíamos hecho alguna alusión a este cambio). Llama la atención que el debate estuviese casi exclusivamente dedicado a temas […]