La opinión de la sociedad española sobre las barreras de acceso a la universidad

 

El 3 de mayo de 2023, la Fundación CYD publicó el Barómetro CYD sobre la valoración de la sociedad sobre la calidad del sistema universitario. Los autores de este post tuvimos la oportunidad de colaborar en este barómetro basado en una encuesta de GAD3 dicha Fundación.

Medida del interés por estudiar en la universidad

En el gráfico 1 se observa que un 62% de los entrevistados considera que no todos los que tienen interés en estudiar en la universidad pueden hacerlo. Esta percepción es menos negativa entre los entrevistados de edades más jóvenes (ascendiendo a un 50% la proporción de aquellos que considera que sí puede estudiar si desea hacerlo. Sin embargo, entre los de mayor edad, la proporción de personas que piensa que no puede estudiar en centros de enseñanza superior aun teniendo interés asciende al 70%.

Es una conclusión relevante que muestra el progreso del estado de bienestar en España que ha hecho que cada vez capas más amplias de la sociedad puedan acceder a los estudios superiores.

Gráfico 1. Interés por estudiar en la universidad.

Fuente: Barómetro CYD acerca de la valoración de la sociedad sobre la calidad del sistema universitario.

 

La tabla 1 muestra la estimación probit en la que la variable a explicar es la probabilidad de que el entrevistado señale que sí cree que los que tienen interés y competencias en acceder a la universidad pueden hacerlo. Esta opinión está apoyada en promedio por el 33% de la población y no está de acuerdo un mayoritario 62%.

La edad es la característica que, en mayor medida, influye en la consideración de la existencia de obstáculos en el acceso a los estudios superiores.

El grupo que más cree que no todas las personas con interés y competencias puede acceder a la universidad es el de 65 o más años (el de referencia). Es un indicador de que, en su tiempo, llegar a los estudios superiores dependía en mayor medida que ahora del entorno en el que se había nacido. De hecho, el grupo de edad de 30-44 años tiene un 40% menos de probabilidad de creer que el acceso a la universidad no es universal y los más jóvenes de entre 18-29 años un 65% menos de probabilidad de pensar que no hay igualdad de oportunidades para llegar a los estudios superiores.

Este resultado muestra que la creación y consolidación del estado de bienestar en España se ha ido haciendo cada vez más palpable para las sucesivas generaciones en nuestro país, aunque siga habiendo un 47% de jóvenes entre 18-29 años que cree que existen obstáculos en el acceso a la universidad distintos del mérito académico.

Tabla 1. ¿Todos los que tienen interés y competencias en acceder a la universidad pueden hacerlo?

Fuente: Barómetro CYD acerca de la valoración de la sociedad sobre la calidad del sistema universitario.

 

La profesora Mónica Martínez Bravo (2022) en un artículo para El País señalaba que la igualdad de oportunidades aún no es una realidad en muchos países desarrollados y que se requiere de una mayor comprensión de las personas vulnerables para diseñar un sistema que mejore su bienestar. En concreto los detalles de implementación y diseño de algunas políticas como las becas universitarias no ayudan tanto como podrían, si se tuviera en cuenta las dificultades de las familias de entornos desfavorables para cumplimentar en tiempo y en forma los trámites burocráticos.

Las personas que tienen finalizados estudios de Secundaria o de FP Superior tienen una menor probabilidad de creer que las personas que tienen interés y competencias en acceder a la universidad puedan hacerlo. Es una conclusión muy relevante, porque podría sugerir que el sistema educativo tiene pocas pasarelas o flexibilidad suficiente para incorporar a jóvenes que se han quedado a las puertas de comenzar estudios universitarios. En su opinión, aquellas personas que tenían el interés y las competencias para matricularse en instituciones de enseñanza superior, diferentes motivos, entre ellos probablemente razones de índole económica, les impidieron continuar sus estudios.

Uno de los recientes estudios de la OCDE, Education at Glance (2022), señalaba como un déficit de nuestro sistema educativo el hecho de que, en España, sólo el 59% de los titulados en FP de Secundaria Superior (los de FP Media, pero no los certificados de aptitud profesional o FP Básica) tienen acceso a estudios superiores.

El reforzamiento del sistema de becas y ayudas y la mejora de la orientación en los institutos de secundaria podría reducir la proporción de personas que realizan estudios de secundaria superior y no acceden a la universidad, teniendo el interés y la competencia para ello.

En ninguna de las estimaciones existe asociación entre el nivel de ingresos y la opinión sobre el acceso a la universidad.

Expectativas y necesidades de la universidad

Entre las necesidad es que ven los jóvenes, tal y como se observa en el gráfico 2, un 78% (frente al 87% del conjunto de la sociedad) considera que la universidad debería ser accesible económicamente para todos. Un 73% cree que debería adaptar su oferta formativa a la demanda de la sociedad, porcentaje similar al 69% que opina que la enseñanza en las universidades españolas es demasiado teórica y poco práctica. El hecho de que las contestaciones a preguntas diferentes que están relacionadas entre sí sean similares también ofrecen una idea de la consistencia de la encuesta y la seriedad con la que los entrevistados la han respondido.

Un 40% de los jóvenes piensa que la universidad debería incrementar su nivel de exigencia, un porcentaje muy inferior a lo que piensan otros grupos de edad.

Gráfico 1. Lo que los encuestados esperan de la universidad.

Fuente: Barómetro CYD acerca de la valoración de la sociedad sobre la calidad del sistema universitario.

Apunte final

En definitiva, la encuesta a la sociedad española sobre su opinión acerca de la universidad muestra que los jóvenes creen que ahora existe más igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios superiores que en generaciones pasadas.

Del 70% de los españoles mayores de 65 años que piensa en que no todas las personas con interés y competencias pueden llegar a la universidad, se ha pasado a un 47% de los jóvenes que piensa de la misma forma.

Esa proporción de casi el 50% sigue siendo elevada, más teniendo en cuenta que son las personas con menos renta las que en mayor medida sostienen que no hay igualdad de oportunidades en el acceso a la universidad.

Por todo ello, hemos insistido en la importancia de una mejor orientación en secundaria y una simplificación en el acceso a las becas para cursar estudios superiores (como se ha señalado anteriormente aquí en este blog), como, por ejemplo, que se entreguen a los beneficiarios antes de comenzar el primer curso.

Existen medidas que podrían servir al objetivo de que el acceso a los estudios superiores dependa sólo del interés o de la competencia.

 


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Comentarios
  1. JuanJ dice: 15/06/2023 a las 09:28

    Interesante entrada con un análisis y reflexiones que compartimos muchos universitarios .
    Esta claro que ha habido una mejora percibida en los segmentos de población más joven de mejora en la igualdad de oportunidades en cuanto al acceso a los estudios universitarios , y también que queda camino por recorrer especialmente en becas y ayudas al estudio para las poblaciones más desfavorecidas pero como apuntan los autores también en materia de orientación .
    Enhorabuena y gracias por compartir su análisis a los autores y a la Fundación CYD por el informe y encuesta .

  2. BAHAMONDE FALCON LUIS dice: 15/06/2023 a las 11:23

    El cambio de la formación superior a grados de 4 años, en mi opinión, a generado ya una desigualdad. Existe un grupo que ha finalizado el grado, pero no tiene ni posibiidades económicas ni tiempo para demorar aún mas su entrada al mundo laboral, y realmente con el grado, la mayoría de las ocasiones tiene que realizar un trabajo por debajo de los conocimientos adquiridos. En mi opinión el grado universitario de 4 años por su alto contenido teórico, dificultat y adicionalmente no habilita para ejercer la profesión estudiada, (por ejemplo: derecho).

    En cuanto al Master, que actualmente se deviene como imprescindible para el ejercicio profesional, al ofrecer un alto numero de prácticas en entidades afines, el tiempo y el coste formativo, es generalmente realizado por personas con un buen soporte económico, creadon universitarios de primera y de segunda, es decir, con Master y sin Master.


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