La profesionalización de la gestión en las universidades públicas españolas. Una asignatura pendiente de superar (III)
Si en la primera entrada de la serie (ver aquí), se revisaban las causas y antecedentes de la demanda de profesionalización de las universidades públicas, y en la de ayer (ver aquí) se analizan los cambios que se han producido en las universidades públicas presenciales en el ámbito de la profesionalización de la gestión, entre los años 2002 a 2014, en la de hoy se comentan los resultados y el estado de la cuestión de este tema en la actualidad.
Resultados
Los años transcurridos desde el 2002 al 2014 no han alterado la imagen que proyecta los datos sobre la profesionalización de la gestión universitaria. Por el contrario, la tozudez de las cifras nos confirma que, a pesar de los informes de diagnóstico universitario y de las reiteradas demandas a favor del cambio del modelo organizativo, la profesionalización de la gestión continua siendo una asignatura pendiente de superar para la mayor parte de las universidades públicas.
Ciertamente, a nivel de Sistema se observan tímidos avances en los valores de algunos de los indicadores utilizados para medir la presencia y la cualificación profesional del PAS en la gestión universitaria. Estas mejoras son, en algunos casos, el resultado de retrocesos en las cifras representativas de las variables relacionadas con el PAS, como sucede en el tamaño de la matrícula, la cuantía de los gastos no financieros y los ingresos de investigación, mientras que para el indicador PAS/PDI los progresos son debidos a que los aumentos registrados por el PAS han sido mayores que los experimentados por el PDI.
Sin embargo, a nivel institucional los registros de estos indicadores ofrecen para el año 2014 una intensificación de las brechas que ya resultaban preocupantes en el año 2002. Cinco de los ocho valores de los indicadores considerados para evaluar la profesionalización de la gestión universitaria han visto como han aumentado las diferencias que identificaban las posiciones de cabeza y cola entre las universidades públicas españolas al finalizar el año 2014. En la mayoría de los casos, los cambios son debidos, en la etapa de bonanza económica, a la presencia de diferentes ritmos de crecimiento en la plantillas del PAS y las magnitudes productivas y financieras representativas de la institución, mientras que en los años de austeridad/recortes las exigencias derivadas de la exigua tasa de reposición han acentuado las divergencias que existían en el colectivo de universidades públicas.
La casuística que muestran los valores representativos de los indicadores de cada universidad pública, aun siendo extensa y diversa, puede simplificarse en las siguientes tres agregaciones. La primera correspondería a un reducido número de universidades (8 sobre 47) que en el año 2002 ocupaban posiciones destacadas en los valores identificativos con la profesionalización de la gestión universitaria, tanto en lo concerniente a la presencia como en lo referente a la cualificación del PAS, y que en el año 2014 han mantenido e incluso han mejorado su posición preferente en el contexto del Sistema. El segundo grupo contemplaría las universidades que en el año 2002 no alcanzaban los valores medios del Sistema y que a final del periodo considerado mantienen e incluso han retrocedido de su posición inicial (11 sobre 47). La tercera agregación, la más numerosa (28 sobre 47), coincidiría con aquellas universidades que estando situadas en posiciones por arriba o por debajo de los registros del Sistema en el año 2002, han alterado, parcial o totalmente, su posición sistémica en el año 2014, siendo fundamentalmente la presencia más que la cualificación del PAS el ámbito de las modificaciones.
Los avances que masivamente se han producido en las plantillas del PAS en los años 2002 a 2014, no han estado dirigidos a intensificar su presencia, ni tampoco a aumentar la participación relativa del colectivo de mayor cualificación profesional. Las modificaciones que se han producido en la estructura profesional del PAS han afectado mayoritariamente a los grupos /categorías profesionales que ocupan las posiciones últimas según nivel de cualificación que han visto como su presencia se reducía en 13,52 y 2,94 puntos para los grupos D/IV y E/V, respectivamente, como consecuencia de su masiva promoción al escalón superior (C/III) que ha aumentado su participación en 10,54 puntos porcentuales.
Las presiones sindicales y el modelo de elección del rector pueden, sin duda, ayudarnos a comprender estos cambios.
Sin embargo, la complejidad y diversidad que caracteriza a la actividad productiva de las universidades con visión global e internacional, no concilia con estructuras de gestión donde la capacidad de planificación y dirección resulte escasa y esté en exceso centralizada. Priorizar la profesionalización de la gestión con personal cualificado académica y retributivamente, como vienen haciendo muchas de las universidades públicas españolas que registran los mejores índices de productividad docente e investigadora, es condición necesaria para mejorar la eficiencia del conjunto de los recursos humanos, para garantizar una reducción de la presencia del PDI en desempeños que exceden de sus competencias profesionales y para facilitar un cambio en la gobernanza institucional que supere el exceso de amateurismo que predomina en la gestión de nuestras universidades.
Excelente serie. Pero está planteado desde arriba hacia abajo, sin entrar en la táctica real PAS vs. PDI que practican nuestras Universidades. Como muestra, el ejemplo típico de cómo los equipos directivos de Centros y VRs se aprovisionan de PAS competentes y comprometidos con la misión de la Universidad, y los deptos. y otras unidades administrativas no.
De igual forma, el formato típico de unidades administrativas con carta de funciones y servicios, no aborda de forma estratégica y táctica la gestión pro-activa hacia el emprendurismo universitario que aporta fondos fuera de la zona de confort de un PDI, comandado principalmente por PDIs (títulos propios, tesis doctorales industriales, proyectos públicos y privados, creación de empresas de base tecnológica, articulación y consolidación de nuevas redes, etc.).
O de igual manera, antes los ciclos rectorales, con renovaciones o reformas completas de equipos directivos, se forman numerosos PDI en gestión universitaria, y luego su experiencia, talento y liderazgo pasa a un segundo o tercer lugar de relevancia o influencia, perdiéndose un valioso capital humano en gestión y talento.
Mientras, los PAS en términos generales muy cómodos, y protegidos por ley, en su zona de confort … ¡Que emprendan otros! Así nos va.